El Kremlin acusó hoy a EEUU de avivar artificialmente la “histeria” sobre una posible preparación por parte de Rusia de un ataque militar contra Ucrania, en cuya frontera hay más de 92.000 soldados rusos concentrados, según Kiev.
“Esta histeria está siendo avivada artificialmente. Quienes llevaron a sus Fuerzas Armadas al extranjero nos acusan de alguna actividad militar inusual en nuestro territorio. Es decir, Estados Unidos”, señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Bueno, esto no es del todo lógico ni del todo decente”, afirmó en el primer canal de la televisión rusa.
Las declaraciones del portavoz presidencial se producen cuando EEUU, la OTAN, la Unión Europea (UE) y Kiev denuncian la concentración de soldados y equipamiento militar en la frontera de Rusia con Ucrania en lo que Washington ve una posible preparación para un ataque contra el país vecino.
El jefe de la agencia de inteligencia militar de Ucrania, Kyrylo Budánov, dijo anoche al medio “Military Times” que Rusia tiene más de 92.000 soldados en la frontera y prepara un ataque para “finales de enero o comienzos de febrero”.
Una eventual invasión militar implicaría probablemente ataques aéreos, artillería y blindados seguidos de asaltos de tropas aerotransportadas en el este, desembarcos anfibios en Odesa y Mariúpol y una incursión más pequeña a través de la vecina Bielorrusia, según el general.
En su opinión, un eventual ataque estaría precedida por una serie de operaciones psicológicas para sembrar protestas y descontento a fin de desestabilizar a Ucrania y socavar su capacidad de defensa.
El nuevo ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, dijo la semana pasada en Washington que no estaba claro si el presidente ruso, Vladímir Putin, ha decidido atacar al país vecino.
El viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, afirmó hoy en el mismo canal de televisión que Moscú proporciona a EEUU “aclaraciones de su postura acerca de la situación en Ucrania”.
El portavoz del Kremlin no descartó que haya provocaciones para justificar las denuncias de Occidente.
“No puede descartarse”, señaló.
Para Peskov hay “una salida” a la actual tensión y esa es que la OTAN deje sus acciones “provocadoras” cerca de la frontera de Rusia y deje de proveer a Kiev armamento moderno.
“Estados Unidos, sus aliados, deben dejar de crear un ‘puño militar’ en nuestras fronteras. Y, por supuesto, los países de la OTAN deben dejar de suministrar a Ucrania armas modernas, inspirando así a Ucrania a locas acciones” para provocar a Rusia, añadió.
En opinión del Kremlin, “Ucrania está buscando una manera de revolver el conflicto en el Donbás “por la fuerza”.
A su juicio, Kiev trata de lograr este supuesto objetivo militar “muy probablemente bajo la cobertura de los ejercicios de la OTAN en el mar Negro, de la presencia de barcos de los aliados y soldados estadounidenses y británicos en la región, de los que hay cada vez más”.
El enfrentamiento militar en el este de Ucrania estalló en 2014 entre los separatistas apoyados por Rusia y el Ejército ucraniano, un conflicto que ha costado la vida a 14.000 personas, según la ONU.
El Kremlin afirma que no es parte en el conflicto y que Ucrania debe hablar directamente con los rebeldes prorrusos y cumplir los Acuerdos de paz de Minsk, firmados no obstante también por Rusia.
“Los Acuerdos de Minsk son la piedra angular de una solución al conflicto interno ucraniano”, afirmó Peskov.
EFE