Los talibanes detuvieron a un hombre acusado de haber vendido como servidumbre a más de un centenar de mujeres en el norte de Afganistán, tras hacerles creer que se casarían con hombres ricos, indicaron fuentes policiales.
El individuo fue arrestado el lunes por la noche en la provincia septentrional de Jawzjan, dijo a la prensa el jefe talibán de la policía provincial, Damullah Seraj.
“Estamos en los inicios de la investigación. Más tarde esperamos saber más” declaró Seraj.
Mohammad Sardar Mubariz, un responsable local de la policía, explicó a la AFP que el hombre se centraba en mujeres pobres, desesperadas por mejorar su nivel de vida.
Les prometía encontrarles un marido capaz de mantenerlas, y luego las enviaba a otra provincia donde eran vendidas prácticamente como esclavas.
El individuo está acusado de haber traficado con unas 130 mujeres.
El aumento de la pobreza es un gran desafío para el gobierno talibán, en el poder desde agosto. El nuevo régimen trata de contener la criminalidad, con una serie de robos y secuestros recientemente registrados en las grandes ciudades.
En Afganistán entregan a sus bebés de 20 días de nacidos por problemas económicos
La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore, denunció que bebés de 20 días de nacidos son entregados en matrimonio en Afganistán para que sus familias puedan sortear las dificultades económicas, en el contexto de un aumento generalizado del riesgo de casamientos forzados para las jóvenes del país.
Incluso antes de la reciente inestabilidad política, los socios de Unicef registraron 183 matrimonios infantiles y 10 casos de venta de niños y niñas durante 2018 y 2019, tan sólo en las provincias de Herat y Baghdis. Los niños y niñas tenían entre seis meses y 17 años, dijo Fore el viernes pasado.
De acuerdo con los datos de la agencia de Naciones Unidas, una cuarta parte de las mujeres de entre 15 y 49 años se han casado antes de los 18 años en un país donde la crisis alimentaria y el inicio del invierno agravaron la situación de las familias. El año pasado, casi la mitad de la población de Afganistán era tan pobre que carecía de nutrición básica o agua potable.
La situación económica extremadamente grave en Afganistán está llevando a más familias a pobreza más profunda y obligándolas a tomar decisiones desesperadas, como poner a los niños y niñas a trabajar y casar a las niñas en edad temprana.
Además, como a la mayoría de las adolescentes, todavía no se les permite volver a la escuela en espera de que los talibanes concreten sus planes educativos tras haber conquistado el país a mediados de agosto, el riesgo de matrimonio infantil es ahora aún mayor.
De momento, el Unicef trabajará con los líderes religiosos para asegurarse de que no estén involucrados en el Nekah (contrato matrimonial) para las niñas, pero también ha llamado a las autoridades talibanes para que tomen medidas concretas para apoyar y salvaguardar a las familias y niñas más vulnerables. AFP