El conde de Wessex, hijo pequeño de la reina Isabel II, ocupará este martes el lugar de su madre a la hora de pronunciar un discurso ante el Sínodo General, en la asamblea nacional de la Iglesia de Inglaterra, un hecho que se suma a la preocupación por la salud de la monarca.
Se esperaba que la reina, de 95 años, acudiera en persona a este compromiso oficial, aunque ya el pasado fin de semana no pudo estar en el llamado Domingo de Recuerdo, un homenaje a los caídos en combate, tras haber sufrido un problema muscular.
Isabel II se encuentra actualmente en su residencia de Windsor, a las afueras de Londres, encargándose tan solo de tareas ligeras de manera virtual.
Hoy su hijo pequeño, Eduardo, acude a un servicio celebrado en la Abadía de Westminster; inaugura el Sínodo en nombre de la reina y leerá en su lugar un discurso ente los obispos y el clero en Church House, la sede de la Iglesia de Inglaterra en Westminster.
Según la web del Sínodo General, entre los actos previstos durante la ceremonia de hoy figura un discurso del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, dando la bienvenida al conde, así como la mencionada intervención del príncipe Eduardo en nombre de su madre -Gobernadora Suprema de la Iglesia de Inglaterra.
En las últimas semanas la salud de Isabel II ha sido motivo de preocupación nacional. Antes de anunciar que no podría estar en el acto de recuerdo a los caídos en combate este domingo, uno de sus compromisos favoritos en su agenda anual, la reina canceló un viaje de dos semanas a Irlanda del Norte; anuló su presencia en la cumbre del clima en Glasgow -Cop26- y tuvo que guardar reposo durante casi un mes en las últimas semanas. EFE