Nadie se esperaba que el fiscal del Tribunal Penal Internacional decidiera anunciar la apertura de una investigación al chavismo en la misma sede de la Presidencia venezolana. Pero Karim Khan, abogado británico de 51 años, decidió dejar clara desde el principio su independencia e informar de su decisión al mundo cara a cara con Nicolás Maduro.
Por Manuel Trillo / abc.es
Khan asumió el cargo el pasado 16 de junio, tras salir elegido con el apoyo de 72 de los 123 estados miembros del Tribunal de La Haya. Sucedía a la encargada de realizar el examen preliminar sobre Venezuela durante los últimos, Fatou Bensouda. Al presentar su candidatura, expresó este compromiso: «Me aseguraré de que los casos que investigue y presente mi Oficina sean
creíbles, sólidos y capaces de resistir el necesario escrutinio ante la sala de vistas».
Está acostumbrado a lidiar con algunos de los peores criminales del planeta, con más de un cuarto de siglo de experiencia en el campo del derecho penal internacional y los derechos humanos, unas veces como acusador y otras como abogado defensor.
Antes de ser nombrado para el puesto actual, ya había ejercido en casos ante el TPI, así como ante los tribunales penales internacionales para Ruanda y la antigua Yugoslavia, las cámaras extraordinarias en Camboya y los tribunales especiales para el Líbano y Sierra Leona.
Ha representado a víctimas de crímenes de lesa humanidad en África y Asia, pero también al expresidente de Liberia Charles Taylor, que sería condenado en 2013 a 50 años de cárcel por crímenes de guerra y lesa humanidad.
Su último desempeño antes de acceder a la Fiscalía de La Haya fue, entre 2018 y 2021, fue como subsecretario general de la ONU y jefe del equipo de Naciones Unidas para investigar los crímenes de Daesh en Irak.