El presidente de la Sociedad Venezolana de Pediatría en Aragua, Alejandro Crespo, sostiene que las autoridades de salud deben habilitar puntos de vacunación en la red ambulatoria más cercana a la población que no puede trasladarse a los grandes centros y puntos autorizados recientemente. Se cumplen 600 días de la pandemia en el país y la Alianza Rebelde Investiga (ARI) comenzó a hacerle seguimiento en el pasado mes de febrero al proceso de vacunación, que aún se desarrolla con limitaciones
Alianza Rebelde Investiga
Han transcurrido casi 600 días desde que la administración de Nicolás Maduro confirmó la circulación del coronavirus que causa el COVID-19 y los desafíos para cortar la transmisión del patógeno y proteger a la población con las vacunas disponibles aumentan aún más por la circulación de al menos cinco variantes de virus, entre ellas la delta, uno de los prototipos de preocupación por su alta potencialidad para escapar a la respuesta inmune que ofrecen las dosis disponibles en el país.
Frente a este panorama, el ritmo de vacunación en los centros y puntos dispuestos por el Ministerio de Salud comenzó a disminuir, a pesar de que en los últimos meses se ha informado sobre la llegada de más dosis al país. A esa conclusión se llega tras la revisión de los datos del #VacunómetroVe, una herramienta periodística que hace monitoreo de la jornada de inmunización oficial realizada por la Alianza Rebelde Investiga, integrada por los medios El Pitazo, TalCual y Runrunes.
Los datos, con cifras oficiales conocidas hasta este 2 de noviembre de 2021, señalan que al país han arribado 32.981.896 dosis de vacunas contra el COVID-19. Para la vigésima segunda semana del plan de inmunización del gobierno de Maduro, la aplicación de los productos aumentó apenas 2,95%, lo que reveló, además, una disminución de ritmo de vacunación comparado con lo reportado con el corte del 26 de octubre de 2021, cuando hubo un alza en la colocación de las vacunas de 5,92%. La disminución se registra desde hace dos semanas.
En la semana número 20 referida al 12 y 19 de octubre, el número de dosis aplicadas había tenido un incremento de 9,62% con respecto al período anterior.
El pediatra y presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría de Aragua, Alejandro Crespo, precisa que el flujo menor de personas en los centros de vacunación obedece a que ya se registra que al menos 25% de la población ha completado el esquema de inmunización contra el coronavirus. Sin embargo, señala que el grupo que aún no recibe las dosis ha manifestado que tiene dificultades para trasladarse a los grandes centros de vacunación dispuestos por el gobierno, incluso a los puntos colocados en farmacias y universidades.
“Hemos recomendado varias veces que deben descentralizar los centros de vacunación. En un país como Venezuela, donde aún persisten fallas en el transporte público y no hay gasolina, deben acercarse las vacunas a la gente, especialmente a la red ambulatoria cercana a las casas de las personas que no pueden llegar a alguno de los grandes centros”, señala Crespo.
La descentralización de los centros de salud es una recomendación que se eleva en medio de los retos que implica adecuar la cadena de frío en el país para conservar las vacunas, cuya ampliación gestiona la Unicef con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) con fondos públicos desbloqueados por la Oficina de Control de Bienes de Extrajero (Ofac) de Estados Unidos, a raíz de las sanciones aprobadas contra administración de Maduro.
Por otra parte, Flor Pujol, bióloga e investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), agrega que aún en la población persiste la desconfianza en la vacuna contra el COVID-19 porque desestiman que realmente funcione como medida de protección. “Falta una campaña informativa más intensa por parte del gobierno. Desde la academia hemos hecho esfuerzos para informar pero aún observamos que no es suficiente para sembrar confianza”, explica.
Vacunas seguras
La bióloga celular asegura que las vacunas disponibles son efectivas, incluso a pesar de la amenaza de la variante delta.
Explica que la eficacia de las vacunas, que se comprueba durante los ensayos clínicos, se reduce con la circulación de la variante delta, lo que implica que la efectividad, que se mide cuando la dosis es aplicada a la población, sea menor.
Aunque, prosigue Pujol, la mutación del virus baje la efectividad, aún las dosis pueden reducir el riesgo de enfermedad grave y, por consiguiente, la muerte. «Por eso, la OMS (Organización Mundial de la Salud) no ha recomendado todavía desarrollar nuevas vacunas, ni siquiera una dosis contra la delta».
Pujol sugiere que la población cumpla con las medidas de bioseguridad, como el uso del tapabocas, incluso así esté vacunada contra el virus, pues, resalta que las personas pueden contagiarse a pesar de haber recibido las dosis.
La investigadora del Ivic explica que la comunidad científica en el mundo determinó que la inmunidad desarrollada por el organismo en contra los coronavirus, en general, son de corta duración. Sostiene que lo mismo ha ocurrido con los anticuerpos que confieren las vacunas.
Por eso, señala que hoy los científicos recomiendan una tercera dosis de la vacuna porque se ha determinado, según estudios, que la respuesta inmune ante el coronavirus que causa el COVID-19 baja a los seis meses. «Una dosis más puede garantizar un nivel de protección más poderoso, especialmente en los adultos mayores y trabajadores de la salud, quienes están más expuestos al contagio», añade.
En este sentido, Crespo explica que para que se reduzca la posibilidad de contagio, la vacunación debería alcanzar al 75% o 95% de la población, en el mejor de los casos. Si no se llega a estos niveles de cobertura, advierte el pediatra, las posibilidades de nuevos casos con la enfermedad será alta.
Crespo dice que el país debe cumplir con la denominada «inmunidad de rebaño». «En su momento, se pensó que esta inmunidad se lograría teniendo a 70% de la población vacunada, pero se ha dicho que se necesita ampliar el umbral a 95%. Parece que sí se ha evidenciado una reducción de los contagios en poblaciones vacunadas con dos dosis, pero no en aquellas donde la vacunación no supera 70%.
Sostiene que para garantizar una disminución de los contagios hace falta lograr la inmunidad de rebaño. “En su momento se pensó que esta inmunidad se lograría al vacunar al 70% de la población, pero, actualmente, hace falta ampliar el umbral a 95%. Sí parece haber una reducción del contagio en poblaciones vacunadas con dos dosis, pero no en aquellas que no superan el 70%. Por eso, hay que mantener las medidas de bioseguridad».
Las cifras recogidas revelan que 13.553.482 vacunas han sido aplicadas. Se calculó que 63,42% de los 22 millones de venezolanos, que esperan protegerse con las dosis para alcanzar la inmunidad colectiva o de rebaño, cuentan con al menos la primera de las dos dosis que establece el protocolo de inmunización.
Sobre la distribución, el #VacunómetroVe resalta que 10.380.387 vacunas de las traídas al país han llegado a los 23 estados y el Distrito Capital. Pero, según el conteo, se han aplicado 13.953.871, tres millones más que el número total de distribuidas. Eso implica que no todas las autoridades de las entidades han comunicado el número de dosis que han recibido.
Expertos de la Academia Nacional de la Medicina y otros expertos aseguran que Venezuela atraviesa por una tercera ola de contagios por coronavirus por el aumento sostenido de casos confirmados informados por el gobierno de Maduro. La presencia de la variante delta, según los especialistas, ha influido en el incremento.
Desde distintos espacios, médicos y académicos cuestionan una vez más que Nicolás Maduro permita que los venezolanos puedan desplazarse sin ningún tipo de restricción por el país durante los dos últimos meses que le restan al año 2021.
Pujol, sin embargo, considera que la discusión debe centrarse en reforzar las medidas de prevención. Comenta que si bien permitir la flexibilización por más tiempo es contraproducente por el pico epidémico de coronavirus en el país, considera que se debe analizar hasta qué punto ha sido efectiva la medida adoptada por el gobierno desde julio de 2020.
«Pero, más allá de discutir sobre la medida de flexibilización, hay que insistir en que la población mantenga las medidas de protección, así esté vacunada, y si la persona no lo está, recomendarle que lo haga».