Aunque parezca alejado, la moda y la economía van de la mano, debido a la incidencia que tiene la una en la otra.
lapatilla.com | Katerín García
La moda siempre ha sido sinónimo de elegancia y buen gusto, sobre todo si la pensamos en la alta costura; sin embargo es un target en Venezuela, difícil de alcanzar, cuando se trata de adquirir prendas.
A lo largo y ancho del territorio nacional es posible conseguir, ropa de marca o muy buenas ofertas, como también piezas artesanales y de segunda mano a bajo costo de diferentes formas.
Tomando esto en cuenta, quisimos conocer cuáles son las opciones que tienen los venezolanos para conseguir vestido.
Por ejemplo, con respecto a la ropa en tiendas de marcas reconocidas, en Sambil Caracas es posible conseguir prendas desde 2 hasta 450 dólares dependiendo del target comercial al que se dirija el consumidor y lo que esté buscando, mientras en el mercado de la hoyada se pueden conseguir precios que oscilan entre los 2 y 50 dólares.
En el país han surgido una serie de empresas, emprendimientos e incluso trueques que fueron materializadas y tomaron fuerte auge con la inflación nacional que, actualmente se ubica, en más de 1.500 %.
Venezuela y sus alternativas
El uso de ropa de segunda mano, en buen estado es una alternativa que llegó al país con la prolongación de la crisis económica.
En una de las zonas más populares del estado Miranda, precisamente en La Castellana, está “ZABDI”, mejor conocido como “Nuevo Caracas”, donde se consigue estilos bastante europeos.
Los creadores “Nuevo Caracas” son oriundos del estado Barinas, quienes llegaron a Caracas hace más de un año y medio. Nos narraron que la idea nació de la familia, comprando mercancía de diferentes países de Europa. “Iniciamos con poca cantidad de productos y un leve rechazo por parte de la gente, por el tema de ser ropa usada, pero luego cuando vieron la calidad e incluso que llegaban prendas de marca la aceptación llegó”, aseguró Daniel Pinzón.
¿Qué ofrecen a la sociedad?
“Ofrecemos una alternativa. Sabemos que hay muchas personas que no tiene recursos para poder vestirse, incluso ni para alimentarse. El venezolano siempre se ha preocupado por su imagen eso lo comprobé hace muchos años, pero con todo lo que ha pasado, eso pasó a un segundo plano. Hace dos años, muchos estábamos trabajando para sobrevivir, incluso yo mismo y es cuando me doy cuenta ¿por qué no usar un trapo que otro se haya puesto, pero que esté en buen estado? Allí vi una oportunidad de negocio, tenemos ropa de marcas de buena calidad y a muy bajos costos”, explicó Pinzón.
¿Por qué apostar en Venezuela?
“Cada quien busca su futuro, pero yo siempre he pensado que frente a situaciones muy difíciles nacen nuevas oportunidades, este es mi país, el que amo. Pienso y creo que vienen muy buenas oportunidades, y que todos debemos enfocarnos en emprender, reinventar o inventar para crecer, es muy importante que apostemos, que intentemos hacer algo positivo por Venezuela, sé que podemos lograrlo”, manifestó.
Al otro lado de la ciudad cada semana un grupo de personas, se concentran para hacer “La hora del trueque” en plazas; parques o bazares al oeste de Caracas ofreciendo un estilo mucho más económico y “bohemio”.
Desde hace 12 años, luego de que “Skailer” Blanco experimentara la modalidad en un encuentro, en la ciudad capital, donde había trueque de comida, semillas, enseres y saberes; momento que califica como hermoso; ella comenzó a realizar y promocionar la iniciativa, al principio entre amigos y apoyándose en redes sociales; reunión que se ha expandido con el paso del tiempo, brindando además, un espacio de diversión y compartir entre jóvenes y adultos de todas las edades.
¿Por qué hacer truque?
“Esto ha sido como una alternativa, eco-friendly o verde, para darle una segunda oportunidad a esas cosas que ya no usamos y tenemos acumuladas en casa. No es solo una idea de moda, es una modalidad que puede solventar muchas cosas a lo largo de la vida” explicó “Skailer”.
¿Cómo se hace el proceso del trueque?
“Cuando la persona sabe o entiende qué es el truque, que no es más que un intercambio de algo que ya no usas y que está en perfecto estado por una cosa que necesites. El trueque forma parte de una necesidad que debes cubrir y no puedas adquirir. Por ejemplo si necesito un pantalón escolar, voy a ofrecer otra prenda que esté en excelentes condiciones o puede ser también a cambio de cosas coleccionables, comida, depende la necesidad de la persona” dijo Blanco.
¿Cuántas personas participan en cada actividad?
“Con el tema de los dos años de Covid-19 que hemos tenido, el truque ha bajado por el distanciamiento social y ahora es que se está retomando. A lo largo de los 12 años que tiene la actividad, máximo hemos tenido 60 personas, como pueden ser 10, todo dependen del lugar o parroquia que haya sido seleccionado en un momento dado”, acotó.
¿Cómo se organizan, han pensado en centralizar el trueque en un local?
“Esta iniciativa en Latinoamérica, es sumamente fuerte. Hay lugares donde vas y truequeas, como un sitio un espacio sólido. En este caso, las comunidades que nos abren las puertas, las ferias y cualquier emprendimiento donde el trueque se adapte, nos invitan”, manifestó.
Tomando en cuenta las dos formas, consultamos con un experto en asesoría de imagen, para que este rompiera con los mitos de la moda, el aspecto y el bolsillo; el cual destacó que la fórmula para lograr la armonía, con estos tres factores, es conocerse.
Daniel Burbano, es de los que aprueban la adquisición de productos de segunda mano “siempre y cuando estén en buen estado” asegurando que dándoles el cuidado correcto o reinventándolas, se puede lograr una imagen pulcra y elegante dentro de los gustos de cada individuo.
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“La industria de la moda, siempre ha estado vinculada al estatus social, pero esto es motivado a que algunas piezas son más costosas que otras y eso hace que haya una distinción entre las personas, por como se visten; recordemos que la imagen personal no es un tema de estatus social, es más bien un hábito que deberíamos todos cultivar, cumpliendo algunas normas que hacen que la imagen se vea impecable”.
Entre la conversación, el contraste dinero – atuendo, fue un punto que indudablemente relució, siendo la recomendación principal para “lucir bien”: “Tener una suma de prendas, con elección del vestuario, calzado y accesorios correctos acordes al cuerpo y personalidad de cada quien, sin olvidar el trato amable hacia los demás”.