El pasado 18 de octubre, el colombiano Alex Saab compareció por primera vez ante un juez de Estados Unidos para enfrentar siete cargos por lavado de dinero y uno de conspiración. Tras más de un año detenido en Cabo Verde, el que fuera el contratista favorito del mandatario venezolano Nicolás Maduro finalmente fue extraditado, a pesar de que Venezuela hizo todo lo posible para impedirlo.
Pero la de Saab es apenas la primera de las tres extradiciones que amenazan con engrosar el expediente de Maduro en el país del norte. El 20 de octubre, la Audiencia Nacional de España aprobó el traslado a Estados Unidos de Hugo «el Pollo» Carvajal, antiguo jefe de Inteligencia del gobierno de Hugo Chávez, acusado de narcoterrorismo y de importar cocaína a territorio norteamericano.
También es inminente la extradición de la antigua enfermera de Chávez y posteriormente tesorera de la Nación, Claudia Díaz. A la exfuncionaria la señalan por lavado de activos y organización criminal en el supuesto fraude de divisas en el que está involucrado otro aliado del chavismo: el empresario venezolano Raúl Gorrín. Sin embargo, solo la situación de Saab parece quitarle el sueño a Maduro. Este es el tema de nuestro #TerritorioCONNECTAS.
Mientras en Estados Unidos los chavistas se alistan para rendir cuentas, en Venezuela las sanciones internacionales parecen no existir. Así lo muestra la historia de Freddy Bernal, chavista de larga trayectoria designado en 2017 por Maduro como “protector” de Táchira; un cargo que le ha permitido ejercer poder en un estado en el que el oficialismo había perdido las elecciones. A la par que controla una especie de aduana paralela en la frontera, el cuestionado funcionario aspira a convertirse en gobernador de Táchira. Así lo revela la investigación realizada por Alianza Rebelde Investiga (Diario Tal Cual, El Pitazo y Runrun.es) y CONNECTAS dentro de ARCO, con el apoyo del ICFJ en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación de las Américas.