Esta lunes, varios colegios públicos y privados de Caracas atendieron el llamado a regreso a clases presenciales por primera vez desde el 20 de marzo del 2020, un retorno que algunos padres y representantes han catalogado como arriesgado por toda la crisis del coronavirus que azota a la nación sudamericana.
Por Roy Andazol y Cesar Saavedra / lapatilla.com
Las instituciones abrieron sus puertas intentando cumplir con todas las medidas de bioseguridad que se exigen para realizar sus actividades. “No estoy muy de acuerdo, pero los niños quieren venir a sus clases, veremos cómo resulta esta semana y que los docentes decidan si seguiremos viniendo o no”, indicó el señor Jhonny Perez.
Los representantes manifiestan que saben que los profesores hacen su mayor esfuerzo por mantener con cuidado a sus hijos, pero añaden que tienen mucho miedo por la situación del país con la pandemia.
Al respecto del anuncio hecho por el régimen de Nicolás Maduro que dejó las puertas abiertas para vacunar a los niños y adolescentes con la vacuna cubana Abdala, destacaron que esto es una decisión que de ninguna manera aceptaran, debido a que la OMS todavía no la ha certificado para su administración.
“No lo apoyo y sé que todos los padres no van a aceptarlo. La vacuna cubana no tiene un registro a nivel sanitario mundial y como no lo tienen yo soy una de las personas que llamaré a una asamblea de representantes, no se puede permitir que se utilice esa vacuna, eso es un experimento”, detalló Andreina Liotta, una de las madres de un niño del colegio Andrés Bello de Chacao.
Mientras que, Zaletta Palumbo, otra representante, exigió más información sobre la dosis que se quiere utilizar y que los médicos se pronuncien lo antes posible.
“Nos deben asesorar, que comprueben que sea veraz y que la OMS se pronuncie sobre esto”, dijo.
Durante este recorrido realizado por Q’ Pasa en Venezuela, los profesores explicaron que han intentado capacitar a todo el personal de los planteles para dar lo mejor, utilizando medidas de distanciamiento y realizando las pruebas necesarias a cada uno de los que laboran en el sistema educativo.
“Estamos en la medida de lo posible controlar las medidas de bioseguridad. Se ha dividido el colegio en dos grupos, con un máximo de quince alumnos, estamos con un inicio de prueba pero iremos corrigiendo sobre la marcha. Estamos tratando de garantizar a toda la comunidad educativa las medidas de protección necesaria”, señaló la directora académica del colegio María Auxiliadora, Lisbeth Hernández.
La profesional destacó que es importante que todos los trabajadores sean vacunados, con el fin de reducir cualquier tipo de riesgo.
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