Recientemente, se han registrado múltiples reportes de “ataques con agujas” (“needle spiking”) en boliches y bares de Reino Unido, que implican la aplicación de inyecciones sin el consentimiento de la otra persona -que, en general, es una mujer-. Es un reemplazo de la ya conocida estrategia de colocar sustancias en las bebidas alcohólicas.
Por La Nación
Zara Owen, una estudiante de 19 años en Nottingham, en el centro de Inglaterra, dijo que se despertó después de ir a una discoteca con un “dolor agudo y agonizante en la pierna” y “casi ningún recuerdo” de la noche anterior. Rengueó durante el resto del día hasta que encontró en su pierna un “pinchazo” y se dio cuenta que una aguja había atravesado sus jeans.
Afortunadamente, según escribió Owen en las redes sociales, como sus amigos notaron que durante la noche se comportaba de manera extraña, la ayudaron a regresar sana y salva a casa.
“Es espantoso que está ocurriendo esto, y la pérdida de memoria que me trajo”, dijo la joven a The Washington Post. “Lo que se supone que debería ser una noche divertida, nos termina llevando a temer a lo desconocido”.
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