Vecinos de distintas zonas del municipio Libertador unidos a activistas ambientales protestaron en la entrada de San Bernardino El Ávila, rechazando la instalación de una ciudad comunal en dicho parque nacional, advirtiendo que esta decisión significa un gran ecocidio, porque legalizaría la construcción masiva de casas de personas relacionadas con altos jerarcas del Gobierno de facto de Nicolás Maduro en Galipán y otras zonas de la montaña. Asimismo afirmaron que la defensa de esta icónica montaña significa proteger el máximo símbolo del caraqueño.
Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, señaló que casi un centenar de caraqueños manifestaron en la calle su rechazo al anunció de Maduro de construir una ciudad comunal en El Ávila, lo cual, según su opinión traería como consecuencia una gran destrucción ambiental en el cerro. “Bajo el grito nuestro Ávila se respeta, desde una de la entradas de la montaña por San Bernardino, concientizando a la población sobre la gravedad del ecocidio que ya está siendo cometido en Galipán y otras partes del parque nacional, el cual será afianzado con la decisión de colocar una comuna allí”, indicó.
Rojas reveló que el objetivo real de instalar una ciudad comunal en El Ávila es legalizar y profundizar la construcción masiva de mansiones por parte de los llamados enchufados, los cuales ya tienen tomado buena parte de terrenos Galipán, e incluso buscan expandirse a otras zonas del cerro. “Según información develada por los propios galipaneros, personajes como Carmen Meléndez y muchos otros altos jerarcas de la dictadura ya tienen propiedades allí, estas construcciones de alto impacto e ilegales traen un daño brutal a la flora y fauna de la montaña, lo de la ciudad comunal es solo una excusa para explotar mercantilistamente el ávila produciendo consigo un ecocidio de grandes magnitudes”.
El integrante de la plataforma vecinal 100% Caraqueño, resaltó que El Ávila no es una simple montaña sino es parte fundamental de la identidad del caraqueño, convirtiéndose en patrimonio no solo ambiental sino histórico y cultural de la ciudad y toda Venezuela. “Nuestro cerro nos duele en el alma ya que es patrimonio de Caracas, no solo es solo pulmón sino el corazón de la ciudad. No permitiremos su destrucción así no toque luchar hasta el último aliento”, afirmó.
Luchadores sociales y ecológicos en defensa del Ávila
Emma Salazar, dirigente vecinal de la parroquia la Vega y directora de la organización ecologista Ecorina, manifestó que es inaudito que cualquier mandatario se crea supra constitucional y pretende la destrucción de un Parque Nacional por intereses comerciales particulares. «Quieren justificar las mansiones que edificaron desde hace más de 4 años en Galipán, desplazando a los habitantes de la zona», denunció. «Guardias forestales y militares de los que antes defendían a todos los venezolanos han arriesgado sus vidas defendiendo nuestro amado Ávila para que unos corruptos lo quieran arruinar», expresó la ecologista.
Por otro lado, Celmira Sayago, vecina de La Candelaria y asidua visitante del Parque Nacional hizo un llamado a las autoridades a que cese la destrucción ambiental que lleva a cabo el régimen. «Están acabando con el pulmón vegetal de Caracas, y también han acabado con la naturaleza de Venezuela con el Arco Minero del Orinoco. ¿Qué pretende hacer Maduro, matar al pueblo venezolano?», exclamó.