El que fuera líder y negociador de paz de la antigua guerrilla FARC Rodrigo Granda regresó este miércoles a Colombia después de que la Interpol lo detuviera fugazmente en México ante un pedido de Paraguay por secuestro y homicidio.
Conocido como el canciller de las FARC en la época del conflicto, Granda llegó al aeropuerto internacional de Bogotá y agradeció a México y a la comunidad internacional por “brindarle toda la posibilidad” de volver a su país, según dijo a los medios.
“Estamos dando la cara, aquí estoy”, añadió el exguerrillero de 72 años.
En sus primeras declaraciones, no especificó si fue deportado pero negó que hubiera estado detenido, pese a que el martes así lo denunció Comunes, el partido surgido del pacto de paz de 2016, y el gobierno colombiano.
Fuentes del gobierno federal de México confirmaron el martes a la AFP la detención de Granda, sin ofrecer más detalles.
Según el líder de la antigua guerrilla, salió de Colombia con autorización de la justicia especial de paz, que investiga los delitos más graves del conflicto de más de medio siglo con las FARC, para participar en México en un evento organizado por un partido de izquierda.
Pero cuando estaba en México le notificaron que se había activado una “orden de captura dormida de Interpol”, lo que le impidió seguir con sus planes.
Granda insistió en que se trató de una maniobra de “altísimos funcionarios del gobierno colombiano” que no están de acuerdo con el proceso de paz.
El ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, en un tuit difundido la noche del martes, dijo que la “detención” del exnegociador de paz fue por pedido de Paraguay a la Interpol.
En 2008, un juez paraguayo había pedido su captura por su presunta relación con el secuestro y posterior asesinato de la hija del expresidente Raúl Cubas, ocurrido en 2005.
AFP