Descabalgada de su rol tradicional de intermediaria en América Latina, España ha quedado desplazada de la ronda de negociaciones sobre Venezuela que iba a reanudarse ayer en México y que el régimen de Nicolás Maduro suspendió unilateralmente a última hora por la extradición de Alex Saab a EE.UU.
David Alandete // ABC
Según ha podido saber ABC por tres fuentes distintas, el gobierno de España ha quedado fuera de esas negociaciones iniciales por el bloqueo de la oposición, y los recelos de los otros participantes por ello.
En realidad, estas negociaciones las lideran Holanda, como acompañante de la parte de la oposición, que acude unida a este diálogo con el régimen, y Rusia, que acompaña al régimen chavista. El anfitrión es México, y el facilitador es Noruega.
Aparte hay una lista de países amigos que Noruega se resiste a revelar y que se está ultimando todavía. España no está, pero aun falta que se publique una lista definitiva. Quiénes la integran está sujeto a cambio, y el gobierno de Pedro Sánchez aun maniobra por ingresar.
Por la parte del régimen, según ha sabido ABC, los amigos del diálogo son: China, Turquía, Bolivia y Nicaragua. En un principio publicaron algunos medios argentinos que el gobierno de Alberto Fernández iba a participar, pero eso no se formalizó tras una visita del Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, a Buenos Aires en agosto.
Por la parte de la oposición, están de amigos presentes: EE.UU., Canadá, Colombia, Reino Unido y Alemania. Según informó este mismo diario, el Centro de Resolución de Conflictos de Noruega trató de que España ingresara en ese Grupo de Países Amigos del Proceso, sin éxito hasta hoy.
En agosto, el ministerio de Exteriores español dijo en Twitter: «España apoya el proceso de negociación y diálogo para Venezuela, y acompañará en busca de una solución dirigida por Venezuela hacia la estabilidad democrática». El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, también apoyó el diálogo en la misma red social.
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