La presión recibida por haber decidido mandar a una misión de observación electoral a las elecciones regionales de Venezuela el mes que viene, en contra del criterio de los técnicos a los que les pidió un informe, no ha hecho moverse a Josep Borrell un ápice. El alto comisionado para Exteriores de la Unión Europea defendió este viernes su decisión al término de una visita a Washington, durante la cual se reunió con su homólogo norteamericano, Antony Blinken. Preguntado por esa misión, Borrell dijo: «Yo ya sé que las elecciones en Venezuela no son como en Suiza. Nadie puede pretender que lo sean».
Por David Alandete | ABC.es
Pero precisamente eso es lo que la Administración estadounidense, la actual y la anterior, llevan años pidiendo: que las elecciones en Venezuela cumplan con todos los requisitos de transparencia y equidad, algo que hoy por hoy no garantiza nadie, ni desde luego la Organización de los Estados Americanos (OEA), que es la que tradicionalmente se encarga de esas labores en el continente americano. A este diario le consta que Borrell no pidió verse con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que está en Washington.
Un informe técnico que el mismo Borrell había encargado le advertía a este en julio de que existen más posibilidades de perjudicar el prestigio de la Misión de Observación Electoral europea que de ayudar a la democratización del régimen chavista. Advertía el texto de que «la utilidad de una misión europea de observación electoral debe ser considerada teniendo en cuenta la contribución real que puede aportar al proceso y el impacto en la credibilidad de este instrumento de gran reputación de la Política Exterior de la UE». En sus conclusiones, los autores del informe afirman claramente que «el despliegue de una misión de observación europea es probable que tenga un impacto adverso en la reputación y credibilidad de este tipo de misiones y que indirectamente contribuya a legitimar el proceso electoral» que en los hechos está organizando una dictadura.
Informes desfasados
Según dijo Borrell en una conversación con periodistas, los informes contrarios se hicieron en julio, cuando la oposición al chavismo no dijo si se presentaría a las elecciones. «El mes de julio ciertamente no se daban las condiciones. Por eso yo no tomé la decisión en julio. La tomé después de dos meses de negociaciones, tensas, y después de estas negociaciones la jerarquía del External Action Service, sus responsables, me recomiendan que sí la mande. Yo no tomo decisiones así por las buenas. Seguro que hay un proceso de decisión del cual este informe es una parte que queda rebasada por los acontecimientos. Entonces las cosas eran como dicen, y ahora las cosas son como son. No podemos decir que las condiciones en las que se va a desarrollar la misión no sean las habituales».
Borrell dijo que nadie en la Administración estadounidense le ha dicho que esté en contra de enviar una misión de observación a Venezuela. Lo cierto es que varios senadores, demócratas y republicanos, se han opuesto. Lo hizo el presidente de la Comisión de Exteriores del Senado, Robert Menéndez, en una carta firmada junto a legisladores de Reino Unido, Alemania, Estonia, Letonia, Lituania, República Checa, Polonia y Dinamarca en la que decía precisamente que las elecciones en Venezuela deben ser transparentes. «Instamos al régimen de Maduro a emprender un proceso de buena fe para poder restaurar la gobernanza democrática, restablecer el estado de derecho, y devolverle las libertades fundamentales y la dignidad humana al pueblo venezolano. Un acuerdo que concrete las condiciones y los términos de nuevas elecciones -especialmente elecciones legislativas y presidenciales- es clave para este esfuerzo».
Después, los republicanos Marco Rubio y Jim Risch dijeron estar «profundamente preocupados por la decisión de la UE de enviar una misión para observar las fraudulentas elecciones regionales y locales por parte de la narcodictadura de Maduro en noviembre». Según ambos, «para nadie es un secreto que el Consejo Nacional Electoral -que una vez más supervisará las falsas elecciones del régimen- fue creado mediante un proceso ilegítimo y manipulado. Al enviar una misión de observación a Venezuela, la UE está otorgando credibilidad internacional al régimen corrupto de Maduro y solo prolongará el control autoritario del dictador sobre el pueblo de Venezuela».
Este diario le preguntó a Borrell por esas críticas, y él dijo: «Yo a los destacados senadores, como usted dice, todo el respeto del mundo. Pero la UE no actúa bajo las indicaciones de los senadores. A título particular, tienen opiniones muy respetables, pero son sus opiniones. Emitir una opinión no la funda en razón. Opinan eso, pero no explican por qué, en todo caso nosotros opinamos de forma diferente, no tenemos que seguir las indicaciones de dos senadores americanos, que están en su derecho de expresar su opinión. Cuando he dicho que no ha habido ninguna manifestación, me refiero al Gobierno americano. Este no ha dicho nada».
Junto con la UE, van a observar las elecciones venezolanas los socios habituales de Maduro: Turquía y Rusia, que ya observaron las legislativas del año pasado.
Borrell dijo en un primer momento durante la reunión con la prensa que también las observará la ONU, pero luego corrigió. En realidad la ONU manda a un grupo de expertos que no puede emitir declaraciones públicas de evaluación sobre la gestión del proceso electoral o sus resultados. Aun así, Borrell expresó: «Bueno, me dicen que, para no crear confusiones, diga que es una misión de expertos en observaciones. No es una misión de observación electoral como es la nuestra, pero mandan expertos. ¿Expertos en qué?, pues expertos en elecciones, claro».
Borrell dijo de todos modos que lo que le ha llevado a enviar esa polémica misión es que la oposición se presente a los comicios. «La oposición ha llegado a un acuerdo para presentarse, incluso el partido del señor Guaidó se presenta. Entonces, la oposición se presenta, y la misión exploratoria dice que se ha recogido un deseo muy extendido por parte de la sociedad civil y de la gente, para que si hay elecciones haya una misión de observación electoral de Europa».
Añadió además que «desde el mes de julio, cuando volvió la misión de exploración electoral, hasta ahora, hemos conseguido que el Gobierno venezolano acepte todas las condiciones que pusimos y que antes no estaban aceptadas. Y ahora sí hemos constatado que ha habido una presentación efectiva de la oposición que quería presentarse, que no ha habido dificultades para aceptar las candidaturas. Estas son las circunstancias de finales de septiembre, primeros de octubre. A mí me parece razonable que haya un esfuerzo no para apoyar a la oposición, sino para dar las máximas garantías posibles en las elecciones».