Alejandro Rísquez, pediatra, epidemiólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la UCV; considera que lo más importante “es cumplir con todos los protocolos y tratar de favorecer a las instituciones educativas que cumplan con esas medidas”
A juicio de Lila Vega, las escuelas deben ser respetuosas con las personas que, por diferentes razones, tengan miedo de volver a las aulas, y deben contar con alternativas
@Andrea_GP21
El pasado 5 de septiembre, Nicolás Maduro informó que a partir de octubre se retomarán las clases presenciales en Venezuela, tras más de un año y medio en el que las aulas fueron cerradas por la pandemia de COVID-19.
“Tenemos un esquema del 7+7. Las clases van a ser presenciales con todas las medidas de seguridad en las escuelas, colegios, liceos y universidades los 7 días de la flexibilización, y luego vamos a tener 7 días donde no va a haber clases presenciales”, dijo Maduro en en el programa Aquí con Ernesto, del ministro oficialista de Cultura, Ernesto Villegas.
Durante todo este tiempo, las clases se han realizado de forma virtual, a pesar de las decadencias tecnológicas y las fallas en los servicios públicos que constantemente ocurren en el país. Los apagones y las fallas de Internet han sido una limitación muy severa para el desarrollo del estudio a distancia.
Sin embargo, para volver a las aulas de forma presencial, hay que tomar en consideración las condiciones en las que se encuentran las instituciones educativas del país. De acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Escuelas de Educa Miranda, publicada en julio de 2021, la mayoría de las escuelas públicas de la región capital no están preparadas para un inicio de clases presenciales.
La encuesta reveló que el 50 % de los docentes reportaron una disminución de su matrícula con respecto al año escolar 2019-2020. También, el 58,50 % de los docentes afirmó no haber atendido de manera regular a todos sus alumnos durante la suspensión de las clases presenciales.
A pesar de las precariedades, los expertos sugieren que el regreso a las aulas es necesario, pero se deben crear las condiciones adecuadas para hacerlo, destacando como lo más importante el suministro de agua, cumplir protocolos de bioseguridad en los planteles y vacunar a todo el personal educativo (profesores, personal administrativo y obrero).
Para explicar cómo puede darse un regreso a clases seguro, Runrun.es contactó a tres expertos que explican las medidas y recomendaciones que se deben tomar a la hora de reabrir las escuelas en el país. Se trata de Alejandro Crespo Freytes, pediatra y presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (SVPP), filial Aragua; Lila Vega, pediatra y miembro de la Red de Madres, Padres y Representantes; y Alejandro Rísquez, pediatra, epidemiólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la UCV.
¿Hay condiciones en el país para el regreso a clases presenciales?
Alejandro Crespo
De acuerdo con Alejandro Crespo, pediatra y presidente de la SVPP filial Aragua, en año y medio de pandemia el Estado venezolano “no ha hecho nada” de lo que está bajo su responsabilidad para adecuar los espacios educativos para el regreso a clases.
Asimismo, consideró que actualmente no hay condiciones para volver a las aulas, pero estas se deben empezar a construir, porque los niños “necesitan las rutinas, necesitan educación y necesitan volver a clases”.
“El daño que le ha hecho el uso de espacios públicos y de ver clases online a los niños y adolescentes, no solo de Venezuela, sino del mundo, es muy grande y necesitamos construir condiciones para que el regreso a clases sea seguro”, acotó.
Por otra parte, criticó que, mientras hay bares y discotecas abiertas, las escuelas estén cerradas. “Los niños deben volver a sus escuelas, debe volver la educación a las escuelas, universidades y liceos, pero hay que hacerlo de la mejor manera posible”.
Lila Vega
A juicio de Lila Vega, las condiciones para un regreso a clases las determina cada escuela y las instituciones educativas deciden si tienen cómo volver. “Es un proceso complejo. Deberíamos tener más apoyo del Estado para volver a las escuelas, pero esa es una decisión de cada una de las instituciones”, explicó.
También, consideró que las escuelas deben tener un plan y un protocolo de bioseguridad, tomando como primer elemento el uso de mascarillas por parte de la comunidad educativa durante todo el tiempo.
“Luego, está un aspecto de bioseguridad más complejo que le toca a la escuela, que es la distancia física. ¿Tenemos salones de clases suficientemente grandes para mantener distancia física de un metro? Eso va a depender, no de cada escuela, sino de cada salón de clase”, comentó.
Asimismo, señaló que habrá salones que se tendrán que dividir en dos grupos si no hay suficiente espacio, o teniendo espacio físico no se cuenta con la adecuada ventilación.
Alejandro Rísquez
El médico considera que, aunque el deseo es comenzar las clases presenciales a la rapidez posible, esto se hace difícil, tomando en cuenta “que estamos en una tercera ola epidémica, la mayoría de las escuelas no están preparadas”.
“Sin embargo, yo trataría de impulsar aquellas escuelas que ya estén preparadas y que puedan mantener todas las medidas de bioseguridad para los profesores, empleados y para los alumnos y comenzaría las clases”, dijo.
Con respecto a lo anterior, subrayó que en el sector privado “hay muchas unidades educativas que están listas para comenzar y pueden brindar esa tranquilidad. Sin embargo, en el sector público son más bien las excepciones”.
“Habría que, entonces, tratar de mejorar las condiciones de las escuelas en cuanto a medidas de higiene, saneamiento ambiental y garantizar las medidas y cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, que incluyen equipos de protección personal, tapabocas, gel, alcohol, obviamente contar con el agua, toallas desechables, que puedan en un momento dado permitir que el personal esté más seguro”.
¿Qué medidas se deben tomar para evitar brotes de COVID-19 en las escuelas y colegios?
Alejandro Crespo
El experto recordó que, de acuerdo con la Federación Nacional de Maestros, menos del 7% de los maestros están vacunados. “No hay una cifra oficial de vacunados por sectores. Lamentablemente, el Estado venezolano no brinda cifras, pero hay que vacunar a quienes están alrededor de los niños en el entorno escolar”, enfatizó.
En ese sentido, recordó que la SVPP publicó una serie de pautas y recomendaciones para el regreso a clases, las cuales precisan quiénes deben evitar ingresar a las instituciones educativas, cuál debe ser el protocolo de ingreso y egreso, cómo se debe organizar el espacio físico, cómo se debe desinfectar el espacio educativo y cómo cumplir el distanciamiento dentro de las instituciones educativas.
También, recalcó la importancia de saber cómo debe hacerse adecuadamente la ventilación y climatización de los espacios, así como también qué hacer con el transporte escolar “y cómo actuar cuando haya casos sospechosos”.
Lila Vega
La especialista señaló que las escuelas deben planificar horas de entrada y salida, dónde se van a hacer los recreos, “cómo preservar las burbujas, los grupos de estudiantes que estás teniendo, la hora de la comida, dónde se hace y cuáles son las medidas de protección”.
Como punto fundamental, señala el lavado de manos: “La queja de todo el mundo es que cómo es posible que en este país no haya agua. Es verdad, en este país el agua frecuentemente no llega por la tubería, pero todos sabemos cómo hacer acopio de agua, cómo inventarnos un aguamanil, todos tenemos nuestros mecanismos de adaptación para esa falla imperdonable que es no tener agua de chorro cuando uno lo necesite”.
En tal sentido, consideró que las escuelas deben trabajar para tener más acopio de agua y dispositivos para el lavado de manos, para lo que también funciona el alcohol.
“La limpieza de las superficies que más se tocan es muy importante y no es sofisticada. Agua, jabón, frotar las superficies, y luego, con un paño con una solución clorada terminar de desinfectar”, dijo.
Además, recordó que los túneles de sanitización “no tienen ningún sentido, están prohibidos por las organizaciones internacionales y no sirven para nada”.
“La limpieza no es costosa, es sencilla, y se parece a lo que la escuela ha venido haciendo siempre”, añadió.
Vega agregó que debe haber un protocolo de identificación de casos de COVID-19 y contactos. “Toda la comunidad educativa tiene que ponerse de acuerdo en que, en el momento en que amaneces con cualquier síntoma, tú no puedes venir a la escuela. Persona que no se sienta bien esa mañana, no va para la escuela, o en el momento en el que se empieza a sentir mal en la escuela, se retira”, dijo.
Ante eso, señaló que si un niño falta a la escuela debe conocerse la razón y, si es por síntomas como dolor de cabeza, fiebre, vómitos y tos; “se convierte en un caso sospechoso y hay que hacer identificación de contactos”. A partir de entonces, hay que activar un protocolo para determinar posibles nuevos contagios.
“¿En qué puesto se sienta fulanito, tuvo contacto sin tapabocas más de 10 minutos con alguno de sus compañeros a menos de un metro de separación¿ Si eso es afirmativo, esos niños van a cuarentena en espera de que aparezcan síntomas y de esa manera cortas la cadena de transmisión”, explicó.
En ese orden de ideas, consideró que si todos los maestros estuvieran vacunados, habría excepciones, al explicar: “Si un maestro vacunado entra en contacto con un caso de COVID-19, ya no tiene que devolverse a su casa. Si tiene síntomas sí, pero si simplemente se trata de un contacto ese maestro vacunado”.
“Por eso es que es tan importante vacunar a los maestros. La operatividad de la escuela va a ser mucho mayor, mucho más fácil, mucho más sencilla si tú tienes a los maestros vacunados. El trabajo va a ser mucho más fluido”, agregó.
Alejandro Rísquez
Rísquez señaló que se deben dar clases en espacios grandes en la medida de lo posible, utilizar aulas ventiladas o espacios abiertos, tratar de que los alumnos vayan en grupos más pequeños y, quizás, “dividir las clases en grupos de manera tal de que los espacios puedan guardar el distanciamiento de 1.5 a 2 metros entre un alumno y otro, para disminuir el chance de transmisión aérea por el SARS-Cov-2”.
Se refirió también a las recomendaciones de la SVPP, señalando que las mismas tienen un protocolo muy completo que está disponible para todas las unidades educativas. “En general, se debe cumplir el respeto a las semanas cerradas”, es decir, las escuelas deben funcionar de acuerdo con el método 7+7.
En el caso de las unidades educativas que cuenten con espacios amplios y patios para que los niños puedan volver a las escuelas, socializar, jugar, y con algún grado de seguridad importante, considera que “deberían poder comenzar esas clases”.
No obstante, en el caso de aquellas escuelas que no cumplan con estas condiciones, “pueden reducir el número de alumnos, pueden guardar el distanciamiento y sobre todo, brindar una bioseguridad a los profesores y a los empleados que corren mayor riesgo por ser adultos y asegurar que todos ellos cumplan con la vacunación”.
“La vacunación se debería convertir en un requisito para todos los profesores y empleados del colegio”, subrayó.
Recomendaciones para un regreso a clases seguro
Alejandro Crespo
El especialista considera que se debe garantizar que las instituciones educativas tengan acceso a agua, demarcación, espacios bien ventilados, que haya acceso a la nutrición, que toda la comunidad educativa esté enterada de cómo debe ser el protocolo, entre otras cosas.
“Si no hemos visto en año y medio una campaña adecuada de cómo hacer uso de mascarillas y el espacio físico en la vida diaria, difícilmente podemos esperar que el Estado venezolano cumpla su labor con el regreso a clases”, sumó.
A su juicio, la recomendación más importante es el uso de mascarillas, el aseo de manos, la distancia física, evitar los espacios cerrados, preferir los espacios abiertos, ventilar muy bien los espacios y que las personas “pasen la menor cantidad de tiempo posible en los espacios”.
“Hay que acondicionar espacios alternativos como canchas, espacios abiertos, donde se brinda educación, que los niños puedan ir por turno para tener un máximo de alumnos reducido por espacios cerrados”, añadió.
Por último, consideró que proteger a los niños se logra protegiendo a su entorno, es decir, vacunar a todos los adultos con las vacunas aprobadas en el país.
Lila Vega
Lila Vega comentó que van a existir casos de COVID-19 en las escuelas y se va a tener que lidiar con ello, por lo cual, se tiene que hacer una identificación de contactos.
“Es posible que en algún momento incluso tengan que suspender un salón completo y mandar a todo el mundo para su casa, por eso es necesario que la vuelta al aula sea flexible, tú tienes que poder adaptarte a lo que está pasando. Y, definitivamente, la vuelta al aula tiene que ser voluntaria”, dijo.
Señala que quienes tengan miedo de volver a las aulas deben contar con una alternativa y se deben abordar esos miedos. “Las escuelas tienen que ser respetuosas con las personas que, por alguna razón válida, médicamente hablando o no, tienen miedo y no quieren volver”, dijo.
Para finalizar, explicó que, una vez que la rutina se establezca, que los protocolos estén en funcionamiento, que la comunidad educativa pueda ver que hay un orden, una protección y que se está controlando el riesgo, “muchas de las personas que decidieron no volver van a incorporarse a las actividades”.
Alejandro Rísquez
Para Alejandro Rísquez, lo más importante es cumplir con todos los protocolos y tratar de favorecer a todas las instituciones educativas que cumplan con esas medidas.
“Yo creo que, definitivamente, el regreso a clases es muy importante por la socialización de los niños, y porque llevamos ya más de un año y medio con traumas y dificultades importantes en las familia que necesitan que sus hijos retornen a las clases y sabemos que muchas de ellas no cuentan con los medios mínimos en cuanto a comunicaciones para poder brindar una educación a distancia, de calidad. Y, en muchos casos, ni siquiera se cuenta con conexión de Internet, lo cual hace muy difícil esa educación a distancia”, culminó.