Por: Abog. Iraida Villasmil
La verdad es que yo me siento también como tú. Un fastidiada de todos estos mismos temas políticos; me canso de leer redes de todo tipo, las de aquí, las de allá; de también vivir la manipulación que existe de lado y lado, de hablar con gente de aquí y de allá. ¡¡En fin!!… Lo que está pasando en el País es agobiante y agotador. Y te confieso también, que, a pesar de mi aguante político de tantos años de lucha, hay puntos en que el cansancio me vence.
La realidad Nacional es tan difícil, que sin duda alguna nos ha producido una especie de “pesimismo colectivo” y este nos impide entre otras cosas, darnos la oportunidad de ver el horizonte real del bosque completo.
Lo lamentable de esto es nos impide darnos el chance de amalgamar fuerzas y espíritu de esperanza para saber cruzar el empinado camino y conquistar una de las cimas, que componen la sierra entera de un País que espera con ansias ser rescatado de este estado de miseria y corrupción.
Tampoco se trata de tener un positivismo romántico. Lo que te quisiera transmitirte es que tenemos justamente en estas realidades difíciles y duras, mirar con más sentido desde la oportunidad positiva a mirar la realidad del cambio como el instrumento posible de ALCANZAR
Sin duda, muchas son las cosas que han sucedido y se han combinado como una tormenta perfecta para postrar nuestro ánimo y sentido de la lucha constante, ordinaria pero firme que nos daría la llave precisa para abrirnos las puertas de un nuevo país.
Estamos en el tiempo de la oportunidad exacta. Solo se precisa que se nos propuso; ojalá todos los venezolanos pudiéramos, tener las posibilidades de ir saliendo de toda esta pesadilla, porque todo lo que estamos viviendo, los venezolanos es la verdad, una desgracia, este gobierno.
La pandemia, la guerra, pero muchas cosas también han venido a ser por nuestra actitud, siempre hemos querido de que otros, resuelvan nuestros problemas, y así de esa manera siempre buscamos o al mesías o al culpable, pero ni hablemos los zulianos, que tenemos tantos motivos para sentirnos afectados y desencantados; frente a un poder que lo tubo todo y ahora está destruido, por cuatro costados… Yo te quiero decir, tenemos que tener proyección positiva frente al futuro, por muy oscuro, sigamos pa´lante.
El de sigamos adelante! me recuerda un poco al Bolívar soñador de esa cresta independentista, pudo tener el discurso tenor y el liderazgo de convencer tanto venezolano de cruzar la cordillera que solamente aquel que tenía tanto, quizás una cosita y una camisa, aunque lo que tenía que no era mucho para el frio, lo más fuerte la temperatura que tocaba al cruzar los andes, y ahí está, lo lograron, que cruzaron teniendo mucho coraje en el camino, y luego se convirtieron en esos verdadera referencia para la gesta de lo que si estaba desarrollando de la independencia de nuestra América.
Yo te quiero invitar, pensemos en esos soldados, que no podían ver otra cosa sino las montañas y allá la cima, y por negro que se viera el panorama, tuvieran la visión compartida, que algo mejor estaba por venir.
¡Levantemos! Levantemos la Santa María de ese rincón donde tenemos guardado el corazón y el optimismo, y empecemos a mirar las cosas con un sentido de esperanza y a ver si con eso nos podemos dar la mano y de alguna manera poder decir al unísono, ¡¡vallamos hacia adelante porque lo mejor está por venir!!