La ONG tiene un programa que se encarga de evaluar el rendimiento de los servicios públicos en sectores populares
Siete comedores en las localidades de Carapita, La Vega, El Valle, Coche, El Paraíso, La Pastora y El Guarataro coordina la ONG Ciudadanía sin Límites. Más de 1.300 niños en el área metropolitana de Caracas se ven beneficiados por esta alianza con la organización World Central Kitchen y Alimenta Venezuela.
Jesús Vásquez, coordinador de la ONG, dijo que Ciudadanía sin Límites surgió como una alternativa para distribuir ideas y reflexiones democraticas distintas al socialismo del siglo XXI profesado por el gobierno chavista, pero en vista de la crisis humanitaria compleja ahora también brindan apoyo alimenticio a comunidades y persiguen soluciones para enfrentar la crisis de los servicios públicos.
Aunque siguen con sus comedores, a raíz de la pandemia del coronavirus Ciudadanía sin Límites implementó una modalidad donde apoyan a familias con 200 bolsas de comida. “100 niños comen diariamente en La Pastora en el comedor de una persona que presta su casa para este fin”, dijo Vásquez.
Además del de alimentación, Ciudadanía sin Límites posee dos programas; el de Monitor Ciudad, que se encarga de verificar el estado de los servicios públicos no solo en Caracas, sino también en Miranda y Valencia y otro donde se difunden noticias e informaciones verificadas para vencer la censura gubernamental.
“Con el Monitor Ciudad capacitamos a los ciudadanos para constatar semanalmente los problemas de servicios de agua, electricidad y gas. Con esto resolvemos el problema de la participación ciudadana y ahora estamos en búsqueda de crear redes que fomenten la organización comunitaria, que es clave para la sostenibilidad de las soluciones que las comunidades plantean”, sostuvo Vásquez.
El agua es un vía crucis
Vásquez aseveró que la escasez de agua se ha convertido en el principal karma de los habitantes de los sectores populares.
“El principal problema que afecta a las comunidades con las que trabajamos es el de los servicios públicos. En especial el de agua, los ciudadanos comienzan a enfermar, disminuye su productividad, los niños faltan más a la escuela, los días que no hay agua la gente falta al trabajo”, agregó Vásquez.
El coordinador de la ONG denunció que se ha producido una privatización informal del servicio de agua, afectando la economía familiar.
“Cuando la ciudadanía tiene servicios públicos de calidad, las personas pueden desarrollarse, ser productivos y generar valor en la sociedad”.
Vásquez manifestó que la ONG está por arrancar un programa llamado Formación para la Reconstrucción, dedicado a jóvenes venezolanos que emigraron a Perú, además de una Red de Mujeres por el Agua, el cual surge de la necesidad de potenciar el liderazgo de la mujer en las comunidades y presionar para la recuperación de los acueductos.