El Grupo Orinoco recientemente emitió un comunicado donde comparte su visión del futuro y el rumbo que debe tomar la Industria Petrolera Nacional una vez que se dé el cambio político en Venezuela.
Elizabeth Cruz, ingeniero y miembro del Grupo Orinoco, aseguró que Venezuela debe avanzar para ser un país próspero, que progrese en una vía de desarrollo y que pueda calificarse de humano y sostenible, y que, además, permita a los ciudadanos superar la pobreza. “Para contribuir con ese objetivo se visualiza una industria adecuadamente gestionada y controlada, deslastrada de las cargas injustificadas que se le impusieron en las últimas dos décadas”.
A su juicio, para restablecer sus capacidades en corto tiempo es urgente reiniciar el crecimiento económico del país y acelerar la transición energética global. “La industria petrolera nacional debe conseguir recursos financieros y técnicos, nacionales y foráneos, para recuperar su infraestructura que en estos momentos está muy deteriorada; además de realizar cambios institucionales y legales inmediatos en el sector que la hagan atractiva y confiable ante la inversión privada”.
Una vez ocurra el cambio político en Venezuela, el Grupo Orinoco visualiza una PDVSA recuperada y redimensionada en la que se promueva la participación de un gran número de empresas privadas que inviertan en obras y tecnología para generar empleos de calidad. “Hacerlo así hará que la industria petrolera nacional vaya convirtiéndose en un verdadero motor de nuestro desarrollo por formar progresivamente parte de un tejido productivo diversificado e íntimamente conectado con toda la economía venezolana, y que su rol supere al tradicional de ser una fuente de ingresos para el fisco”.
¿Reinventar la industria petrolera?
En el caso venezolano, Elizabeth Cruz explica que se debe reinventar la industria petrolera invitando al capital privado tanto nacional como extranjero a todas las actividades del negocio petrolero y gasífero nacional, desde producción y refinación hasta comercialización, distribución y mercadeo.
“En esa industria petrolera nacional que imaginamos las empresas privadas, nacionales y extranjeras, contribuirán con las regalías que corresponda y pagarán impuestos al Estado por los beneficios que genere su actividad, mientras su demanda de bienes y servicios produce un efecto multiplicador incrementado sobre el crecimiento de otros sectores productivos del país”, agregó.
La base institucional de esa nueva IPN será un conjunto de reglas y políticas públicas apropiadas, armónicas con el funcionamiento de los mercados, a través de las cuales se favorecerá el crecimiento diversificado de la economía y se optimizará el uso de los recursos que el Estado obtenga por impuestos y regalías, para el mayor beneficio del país y la mayor calidad de vida de la población.
Con información de Q’ Pasa en Venezuela