En la urbanización Mérida, donde está la oficina de la ONG, todas las calles fueron cerradas y tomadas por los funcionarios del Sebin. También fue allanada la casa materna de Javier Tarazona
Por Lorena Bornacelly para El Pitazo
Vecinos de las comunidades donde está la sede de Fundaredes, en la urbanización Mérida, y en la casa materna de Javier Tarazona, en La Concordia, reportaron la presencia de funcionarios del Sebin, quienes ingresaron a ambas propiedades.
En la urbanización Mérida, donde está la oficina de Fundaredes, todas las calles fueron cerradas y tomadas por los funcionarios del Sebin. Vecinos bajo el resguardo de su identidad aseguraron escuchar que vidrios y objetos fueron partidos por quienes entraron.
De igual manera, en la calle 4 bis de La Concordia, toda la calle fue trancada. Los vecinos reportan que el Sebin ingresó con una maleta a la casa donde se encuentran la mamá y el hijo menor de edad del director de Fundaredes, Javier Tarazona. El defensor de derechos humanos, Walter Márquez, confirmó que en ambas localidades de San Cristóbal se realiza en paralelo el allanamiento de los sitios donde residía y trabajaba Tarazona. Información en desarrollo.
Detuvieron a la madre de Tarazona
“La noche de este 14 de julio se llevaron detenida a la señora Teresa Sánchez, de 72 años, madre de Javier y Rafael Tarazona. Hecho insólito. Si bien es cierto que Javier Tarazona es un activista, estaba cumpliendo con su deber constitucional de defender sus derechos humanos, la madre está al margen de cualquier responsabilidad de sus hijos. No hay delito de consanguineidad”, denunció Walter Márquez, diputado jubilado de la Asamblea Nacional y defensor de derechos humanos.
“Es una cobardía de parte del régimen de Nicolás Maduro que trate de mandarle un mensaje a los activistas, intimidando y llevándose detenida a la señora Teresa Sánchez. Está tratando de arremeter contra la familia venezolana porque pronto la corte Penal Internacional va a asumir el reto de hacer justicia en Venezuela”, señaló Márquez.
Vecinos de La Concordia, de donde se llevaron detenida a la madre de Tarazona, denunciaron a Márquez que los uniformados cerraron todas las adyacencias de la vivienda e incluso quienes residen allí no podían entrar.