El domingo 11 de julio miles de ciudadanos cubanos se volcaron a las calles a alzar la voz por el descontento social que azota a la isla desde hace varias décadas.
Los habitantes expresaron que están cansados de pasar hambre, fallas en los servicios públicos, condiciones de salud precarias, violaciones de derechos humanos, entre otros.
Ante esto, el Centro de Estudios para América Latina (Casla Institute), fijó posición por las represiones cometidas en Cuba que han dejado cientos de personas detenidas y desaparecidas.
En ese sentido, Casla Instituto señala que «el régimen ha reaccionado de la única forma que reaccionan los dictadores, con represión y violencia, con el uso indebido del poder de fuego contra una población desarmada, luego de que el Mandatario Miguel Díaz-Canel diera la orden de salir a la calle a sus revolucionarios a combatir, porque según él, la calle es de los revolucionarios. La mañana de ayer, lunes 12, Diaz-Canel dijo en cadena nacional que los “disturbios” buscaban fracturar la unidad del pueblo” y que por ello, “los manifestantes han tenido lo que se merecían», expresa el texto.
También añade que esta situación ha derivado en que la cantidad de detenidos y desaparecidos, les ha impedido a las ONG de Derechos Humanos dentro y fuera de Cuba pueda contabilizarlos.
Casla alerta que entre los aprehendidos figuran Manuel Cuesta Morua y José Daniel Ferrer, «reconocidos disidentes con quienes CASLA Instituto mantiene un trabajo continuo en apoyo a los demócratas de ese país que luchan por la Libertad. Manuel Cuesta Morua es también miembro de la Plataforma Latinoamericana Solidaridad Democrática de Fórum 2000, perteneciente a la Fundación del expresidente checo, Vaclav Havel».
También a la lista de detenidos fueron sumados personalidades del gremio artístico, entre esas: la cineasta Gretel Medina, el dramaturgo Yunior García, los actores Danielito Tri Tri y Reinier Díaz Vega, así como la corresponsal del Diario ABC de España en la Habana y periodista de Cubanet, Camila Acosta, ésta última acusada por “delitos de Estado” por cubrir el desarrollo de las manifestaciones en la isla.
Finalmente, Casla Instituto hizo un llamado a la comunidad internacional, así como también a los Estados que forman parte de la Organización de Estados Americanos de las Naciones Unidas, para que pongan en práctica «el deber que tienen todos de proteger a la gente de tiranos y dictadores, de quienes desde el poder, violan masivamente los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. No pueden los Estados parte de Organismos Regionales y Universales que han ratificado los distintos Tratados y Convenios Internacionales de Protección y Defensa de los DDHH, seguir callados ante la vil y cruel dictadura cubana».
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