El papa recibió hoy al primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi. EFE/EPA/VATICAN MEDIA HANDOUT
El papa recibió hoy al primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, con quien trató de la necesidad de “promover la cultura del diálogo nacional” y, sobre todo, de “proteger la presencia histórica de los cristianos” en Irak “con medidas legales adecuadas”, cuatro meses después del histórico viaje del pontífice a ese país.
Francisco y Al Kazemi se reunieron durante 30 minutos en la Biblioteca Vaticana, tras lo cual el mandatario iraquí se encontró con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y con monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, informó la Santa Sede en un comunicado.
“Durante las cordiales conversaciones, se recordó la histórica visita del papa Francisco a Irak, así como los momentos de unidad vividos por los iraquíes, y se ha hecho hincapié en la importancia de promover la cultura del diálogo nacional para favorecer la estabilidad y el proceso de reconstrucción del país”, se explica en la nota.
Entre los temas más destacados se abordó “la importancia de proteger la presencia histórica de los cristianos en el país con medidas legales adecuadas y la contribución significativa que pueden aportar bien común, subrayando la necesidad de garantizarles los mismos derechos y deberes que a los demás ciudadanos”.
Durante su histórica visita a Irak, en marzo pasado, Francisco se reunió con las comunidades cristianas brutalmente perseguidas por el Estado Islámico (EI) y rezó por todas las víctimas en Mosul, ciudad símbolo de la devastación causada por el grupo terrorista durante el “califato” que impuso en el país hasta su derrota en 2019.
En un gesto cargado de simbolismo, Al Kazemi regaló al pontífice una reproducción en cuero de La Última Cena de Leonardo Da Vinci realizada por una mujer iraquí durante el tiempo que permaneció esclavizada por el EI, así como una cruz de madera procedente de la iglesia de Sant’Addai en Karemlash, quemada y arrasada por los yihadistas.
Por su parte Francisco le entregó un obra de bronce inspirada en la paz, su mensaje por la paz y el documento de la Fraternidad Humana, así como sus encíclicas Laudato si y Fratelli tutti en árabe e inglés.
En su encuentro, también hablaron de la situación regional, “constatando los esfuerzos realizados por el país, con el apoyo de la comunidad internacional, para restablecer un clima de confianza y convivencia pacífica”.
Antes de ver al papa el jefe del Gobierno iraquí fue recibido por el primer ministro italiano, Mario Draghi, en el Palacio Chigi, la sede de la presidencia del Ejecutivo, sin que tampoco trascendieran detalles.
Francisco visitó Irak del 5 al 8 de marzo en un viaje considerado histórico, pues se reunió con el gran ayatolá Ali al Sistani, líder de los chiíes en la ciudad sagrada Nayaf, lo que supuso un paso crucial en las relaciones entre Islam y el Vaticano.
EFE