La cantante Britney Spears comparecerá este miércoles ante un juzgado de Los Ángeles que decidirá el futuro de la figura legal que controla todas las decisiones de su vida desde hace varios años.
En 2014 la cantante estadounidense se opuso a que su padre Jaime Spears continuara como su tutor legal, alegando sus problemas con el alcohol y su excesivo control.
Britney hablará con la jueza Brenda J. Penny por videollamada, con quien sostuvo un encuentro en marzo de 2019, pero cuyo testimonio fue privado.
Precisamente, en 2014, el abogado de Spears, Samuel Ingham afirmó que Britney tenía miedo a su padre y quería sacarlo completamente de su tutela.
Dos años más tarde, según el portal The New York Times, la cantante indicó que sentía que la tutela se había convertido en una herramienta “opresiva y controladora” en su contra.
El medio de noticias reveló que Spears solo recibió una paga semanal de 2.000 dólares cuando protagonizó un espectáculo en Las Vegas donde se vendieron millones de entradas.
Por otra parte, el diario reveló que el control del padre de la cantante ha sido tan excesivo que incluso, en el pasado, le prohibió que renovara su cocina por considerar que era costoso.
Además, Spears ha sido sometida a pruebas de detección de drogas varias veces en la misma semana, una situación que provocó un miedo incontrolable, ya que, si cometía algún error, las consecuencias eran “muy duras”.
Se desconoce cuáles serán las peticiones que la cantante expondrá en la audiencia de este miércoles.
El año pasado, Spears comenzó un proceso legal para retirar a su padre del manejo de sus asuntos personales. En 2018, Spears accedió a que su progenitor se convirtiera en su tutor legal luego que hubiera sido ingresada a un centro de rehabilitación.
La intérprete de “Baby One More Time” ha asegurado que no se volverá a presentar en un escenario hasta que su padre abandone el control de la tutela.
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