Hay cientos de ratones muertos que provocan un hedor insoportable (Reuters/Jill Gralow)
Los reclusos de la cárcel de Wellington, en el estado australiano de Nueva Gales del Sur, serán realojados en otras prisiones en los próximos días después de que una plaga de ratones inundara su prisión. Hay un terrible olor en todas las instalaciones por culpa de los ratones muertos que han quedado atrapados entre las paredes, lo que ha obligado a tomar esta medida extrema.
Por El Confidencial
Según ha explicado a The Sidney Morning Herald Peter Severin, comisionado de Servicios Correccionales de Nueva Gales del Sur, el traslado afectará a 420 reclusos y 200 trabajadores, que serán reubicados antes de final de mes: “El personal de Wellington ha hecho un trabajo increíblemente bueno manejando los efectos de la plaga de ratones, pero debemos dar este paso ahora para asegurarnos de que el sitio esté completamente limpio y la infraestructura esté reparada”.
La plaga ha dañado tanto el cableado interno como los paneles del techo de la prisión, por lo que el traslado es la forma más efectiva de poder reparar los daños en las instalaciones. Solo quedará en esta cárcel una mínima cantidad de trabajadores que se encargarán de apoyar y supervisar los trabajos de mantenimiento.
Una plaga muy cara
Sin embargo, esas labores no impedirán que algunos reclusos regresen a diario hasta la cárcel de Wellington durante el día para trabajar. Kevin Corcoran, adjunto de Severin, reconoce que no quieren que esto se repita, por lo que esperan “que esta revisión se haga correctamente, lo que significa que buscaremos formas de mitigar los efectos de plagas similares en el futuro”.
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