28% aseguró estar fuera de los sistemas educativos de sus países de acogida por no tener documentos que le permitan registrarse en los planteles escolares
Una de cada tres niñas y adolescentes venezolanas refugiadas en países de Latinoamérica abandonó sus estudios tras emigrar, según reseñó la ONG Plan International que alerta también de la falta de cobertura de otras necesidades básicas, como la alimentación.
La organización entrevistó a más de 450 niñas y jóvenes de entre 10 y 19 años en Colombia, Ecuador y Perú para el estudio “Niñas Venezolanas: Voces de la migración. Estudio en Colombia, Ecuador y Perú’, presentado con motivo del Día Mundial del Refugiado.
En el documento se expone que las carencias de los migrantes venezolanos se han agudizado a raíz de la pandemia de COVID-19.
De esa población entrevistada, 28% aseguró estar fuera de los sistemas educativos de sus países de acogida por no tener documentos, 20% porque “no hay cupo”, 15% porque ya tiene un hijo y 13% debido a la pandemia.
Una de las jóvenes entrevistadas que vive en Quito, Ecuador, dijo que tenía intenciones de seguir estudiando, pero la realidad económica de su familia lo hizo inviable. “Mi mamá no puede sola (…) Tengo que dejar los estudios para ayudar a mi hermana, igual que a mi mamá”, expresó.
Otro de los impedimentos para continuar su educación es la xenofobia contra venezolanos. Una muchacha de 15 años residente en el municipio colombiano de Soledad contó que la primera vez que fue a clase sus compañeros la llamaron “veneca”. “Se burlaban de mí y me decían que era una muerta de hambre”.
El estudio también alertó sobre la falta de cobertura de otras necesidades básicas como la alimentación. 84% reconoció que se han preocupado en algún momento por la falta de comida y 44% señala que ha ido a la cama con hambre y ha tenido que pedir limosna o comida que se había tirado.
Con información de El Nacional