Yangel Herrera sufrió una fractura y se pierde el resto de la Copa América.
Fabrizio Cuzzola
Cuando buscas en Google la palabra “Gallardía, la primera definición que te arroja el buscador es “Valor y decisión en la forma de actuar o enfrentarse a personas o situaciones.” Venezuela ha sido un país que ha demostrado su gallardía en esta Copa América, pero claramente necesita algo más para mantener el sueño de treinta millones de venezolanos que quieren ver a su selección hacer historia.
El contexto no es ajeno para ningún seguidor del fútbol nacional: siete jugadores convocados actualmente están contagiados de coronavirus, otro grupo de futbolistas llegaron lesionados y poco a poco se han ido bajando del bus: primero Yordan Osorio y Salomón Rondón, luego Jhon Murillo y ahora Yangel Herrera, quien ante Colombia sufrió una fractura mínima del labio anterior del extremo distal de la tibia derecha y se pierde el resto de la Copa América.
Sin embargo, la Venezuela de José Peseiro identifica al venezolano: con pocos recursos y convocados de emergencia, se defiende bien y aguanta las ofensivas de dos potencias del continente como Brasil y Colombia. Ante esta última selección rescató un empate que vale oro porque le permite a la afición soñar con pasar a la próxima ronda, cuándo regresen los nombres clave en este equipo para el encuentro ante Perú y los posibles venideros en la ronda eliminatoria.
Fariñez, un gigante
La Vinotinto ha lucido en defensa. No ha sido perfecta, pero Wuilker Fariñez ayudó a sacar el cero ante Colombia. El de Horizonte disipa dudas sobre quien debe ser el titular y un rendimiento por encima de lo esperado de Francisco La Mantia y Adrián Martínez ayudan mucho en la labor del guardavallas del Lens. Ahora el desafío es atacar, sin Josef Martínez, Rómulo Otero o Jefferson Savarino pero si con Jan Hurtado que se sumó por Murillo a la convocatoria nacional. José Peseiro tiene la oportunidad ante Ecuador de plantear un juego más ofensivo, apoyado en dos carrileros que llegan mucho a campo rival como Yohan Cumana y Alexander González.
La primera clave a analizar será el rol de Fernando Aristeguieta: hasta ahora, el centroatacante y capitán vinotinto se ha sumado al mediocampo como un defensor más, que va a presionar en la salida de los centrales rivales y juega de espaldas a ellos. Ante Ecuador, dependiendo el planteamiento, podría tener mayores oportunidades de jugar arriba pero requiere de mayor solvencia de los volantes de primera línea, tanto para cortar juego ecuatoriano como para hacerle llegar balones peligrosos que puedan terminar en gol.
¿Puede Venezuela sacrificar a un volante de primera línea? Junior Moreno, Bernaldo Manzano, Cristian Casseres Jr y José Martínez se han mostrado correctos hasta el momento, precisos y útiles para desahogar la presión rival. Sin embargo, cuándo se busca atacar hay que pensar en darle salida por lo menos a uno, para que un jugador como Jan Hurtado o Richard Celis ingrese y se divida labores en ataque con Aristeguieta. Hasta ahora, Manzano ha sido el más preciso en el ámbito de los pases correctos, mientras que el “Brujo” y el “Torito” son los que con cierta irreverencia han intentado pisar área rival con el balón en sus pies. Queda Moreno, quien posicionalmente ha estado correcto. Uno de ellos podría entregar el puesto.
Ecuador, rival de temer
En la otra acera, Ecuador cayó en el debut ante Colombia por 1-0 y viene de una dolorosa derrota ante Perú en eliminatorias. El equipo de Alfaro viene descansado de la segunda jornada y pese a parecer venir de un momento delicado y con un entrenador relativamente nuevo, su propuesta ofensiva debería preocupar y mucho en Venezuela ya que la irreverencia de sus jugadores es para tener en cuenta: Gonzalo Plata y Moisés Caicedo son probablemente dos de los atacantes que tendrán marcaje fijo de los carrileros vinotintos, mientras que la visión de Jhegson Méndez y la veteranía de Ángel Mena y Enner Valencia pueden poner en aprietos al elenco de Peseiro.
Sería un error para Venezuela subestimar a esta selección ecuatoriana. Hasta el momento, se han mostrado como una selección que sabe qué hacer con el balón y gusta tener la posesión, aunque tenga herramientas para generar peligro al contragolpe. Para Gustavo Alfaro, la Copa América es también una buena oportunidad para probar piezas y esquemas de cara a una eliminatoria sudamericana donde Ecuador es candidata momentáneamente a quedarse con uno de los cupos a Qatar 2022.
El historial entre ambas selecciones es mucho más parejo de lo que parece. En Copa América, solo tres encuentros se han disputado entre ambos equipos con dos victorias ecuatorianas y una venezolana. En el global, 28 ediciones de este partido se han jugado con 14 triunfos para ‘el tri’, 10 para la ‘vinotinto’ y 4 empates. La pizarra está puesta y los DT’s experimentarán en este partido, pero no están libres de presión: Peseiro necesita un equipo que más allá de la gallardía, muestre ideas ofensivas que lo hagan sostenible en el cargo, mientras que Alfaro y sus dirigidos requieren sumar para no encender alarmas en Quito.