Ebrahim Raisi es un clérigo de línea dura que mantiene estrechos vínculos con el ayatolá Alí Jamenei.
Kasra Naji, especialista del servicio persa, sostiene que, bajo el mandato de Raisi, los partidarios de la línea dura de Irán tratarán de establecer un sistema puritano de gobierno islámico. Así lo reseñó BBC Mundo.
Esto significa más controles sobre las actividades sociales, menos libertades y puestos de trabajo para las mujeres y un control más estricto de las redes sociales y la prensa.
Los partidarios de esta línea desconfían de Occidente, pero se cree que tanto Raisi como el líder supremo, Jamenei, son partidarios de volver a un acuerdo internacional sobre la actividad nuclear de Irán.
El Plan de Acción Integral Conjunto, firmado en 2015, otorgó a Irán un alivio de las sanciones occidentales a cambio de limitar sus actividades nucleares
Irán será una sociedad más cerrada
Las elecciones fueron diseñadas para pavimentar el camino a la victoria de Raisi. Esto ha alienado a un buen número de iraníes ya profundamente descontentos con sus condiciones de vida en una economía paralizada por las sanciones de Estados Unidos, pero también por la mala gestión.
El resultado de las elecciones no ayudará a sus preocupaciones e incluso puede llevar más inestabilidad en el país. En los últimos años, Irán ha sido testigo de al menos dos oleadas de graves protestas a nivel nacional, con cientos, algunos dicen que miles, de muertos.
Con la llegada Raisi a la presidencia, los partidarios de la línea dura habrán tomado todos los centros de poder: el poder ejecutivo, así como el legislativo y el judicial. Irán será una sociedad más cerrada. Es probable que las libertades se recorten aún más que antes.
Para continuar leyendo te invitamos a visitar el portal web de BBC Mundo.