Martín Miguel de Güemes, único general y gobernador argentino muerto en combate durante la guerra de la independencia argentina y cuya gesta es considerada también fundamental para el resto de Suramérica, fue homenajeado este jueves al cumplirse 200 años de su fallecimiento.
“Su trabajo no solamente fue garantizar la independencia argentina. Fue también central para que América del Sur recupere su independencia, para que (José de) San Martín termine su gesta, para que (Simón) Bolívar haga la suya”, expresó el presidente Alberto Fernández en un acto celebrado en la ciudad norteña de Salta.
Fue en la provincia del mismo nombre, concretamente en la Cañada De La Horqueta, donde un 17 de junio de 1821 murió Güemes con tan solo 36 años, 10 días después de haber recibido un disparo durante una emboscada de las tropas de la corona española, comandadas por José María Valdés, apodado “el Barbarucho”.
Antes de morir, agonizando, el general, quien desde 1815 era gobernador de Salta -que comprendía las actuales provincias de Salta y Jujuy y la región boliviana de Tarija- ordenó al coronel Jorge Enrique Vidt que lo reemplazara y prosiguiera la lucha contra los españoles hasta el triunfo definitivo.
“Llamó a sus lugartenientes sabiendo que moría y les pidió una sola cosa: que le juraran que iban a seguir luchado como habían luchado junto a él para garantizar la independencia que Argentina y América Latina reclamaban. Y sus gauchos y soldados cumplieron”, recordó hoy Fernández, quien remarcó la “admiración” que siempre ha sentido por Güemes.
UN “POLÍTICO INMENSO”
Para el presidente argentino, el hoy homenajeado fue “un político inmenso y un militar más grande aún que luchó en la adversidad”: el “general de los gauchos” que construyó una “fuerza popular con hombres y mujeres de su pueblo”, donde había criollos, mestizos, comunidades originarias o afroamericanos.
“Su vida fue injustamente corta, pero inmensamente rica”, agregó, al reivindicar la figura “de un argentino al que los argentinos tardaron mucho en reconocerle lo que fue”.
El mandatario recordó el proceso de independencia del virreinato del Rio de la Plata, que empezó en 1810, durante la Revolución de Mayo, cuando los criollos desconocieron a Fernando VII y a su virrey, y que terminó en 1816 con la declaración de independencia.
“Pero había un riesgo permanente, que era que en Perú las fuerzas realistas concentraban todo su empeño por recuperar la independencia que se había logrado aquí. San Martín lo vio y entendió que debía cruzar la cordillera de los Andes primero, garantizar la libertad de Chile después, ir hasta más al norte y garantizar también la libertad del Perú”, subrayó Fernández.
“Pero hacía falta un general que tuviera liderazgo sobre su tropas y cuidar toda la frontera norte, porque sin eso el riesgo de la independencia era cierto”, enfatizó, para destacar que ese encargo se lo hizo a Güemes.
“Güemes es en esencia una muestra de entereza incorruptible. Nunca se dio en los chantajes ni siquiera cuando la parca se le acercaba”, reiteró.
PARALELISMO CON LA ACTUALIDAD
Del homenaje central al héroe patrio -el presidente ya acudió la noche del miércoles a la tradicional “Guardia bajo las estrellas” y a un acto religioso en la mañana de este jueves- también participaron los gobernadores de las provincias de Chaco, Jorge Capitanich, y de Formosa, Gildo Insfrán.
En su discurso, Fernández abogó por tomar hoy ejemplo, en el contexto que deja la pandemia del coronavirus, de la labor de aquellos próceres que fueron capaces de construir la patria y cuyas enseñanzas perduraron.
“En momentos como estos, tan difíciles y complejos, tremendos y horribles, donde la enfermedad y la muerte nos acechan, es donde nuestra templanza debe recomponerse recordando lo que los patriotas hicieron”, recalcó, y llamó a “unir esfuerzos” en un tiempo que no ha de ser disputas.
“Hoy es un día propicio, a 200 años de su muerte, para que yo le jure al general que en medio de la pandemia voy a trabajar incansablemente para que la salud de cada argentino y argentina esté preservada”, aseveró el mandatario, que también se comprometió a trabajar por que no haya un “país central” y una Argentina periférica y olvidada.
EFE