Ballotage en Perú: Keiko Fujimori tiene el 51,9% de los votos y Pedro Castillo 48,75%
Perú cumplió este domingo una semana sin saber quien será su nuevo presidente, mientras el izquierdista Pedro Castillo mantiene una ligera ventaja en el lento escrutinio y la derechista Keiko Fujimori insiste en denunciar “fraude”.
Castillo aventaja a su rival por 49.000 votos -50,14% versus 49,86% de Fujimori- tras escrutarse el 99,93% de las mesas de sufragio del balotaje del domingo pasado, que la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) consideró limpio y sin “graves irregularidades”.
Perú, que tuvo tres presidentes en 2020, sufre la incertidumbre, mientras Fujimori, moviliza a sus seguidores a las calles para denunciar “fraude” y “hechos muy graves” en la votación y el escrutinio.
Castillo, en tanto, se siente ganador y pidió a los suyos la noche del sábado “paciencia” y “serenidad”. También instó a “no caer en la provocación, ya que estamos en un momento crítico”.
“Hay mucho en juego: quién es el ganador en momentos que la distancia es muy corta y no sabemos a ciencia cierta el volumen de votos contestado […], y está en juego la legitimidad del proceso electoral”, dijo a la AFP la analista Sonia Goldenberg.
“Hay la sensación de ambos lados de que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) no es confiable, lo cual es grave en una coyuntura como ésta, y tampoco sabemos si los dos candidatos van a aceptar el resultado”, añadió.
El JNE, que revisa el escrutinio del órgano electoral (ONPE) y proclama al vencedor, está bajo presión de los partidarios de ambos candidatos, que diariamente se manifiestan afuera de su sede en el centro de Lima.
¿Le alcanzará?
El JNE todavía debe resolver los pedidos de impugnación de miles de votos y de cientos de actas de mesas de sufragio, sobre todo por parte de Fujimori, la última esperanza que ella tiene para revertir los resultados.
“Keiko igual puede ir acortando distancia, pero es muy difícil que le alcance. Puede que se dé vuelta el resultado, no es imposible, pero cada vez es más difícil”, dijo a la AFP la politóloga y académica Jessica Smith.
“En el caso de que Keiko diera vuelta el resultado, los que van a acusar fraude son los partidarios de Castillo”, afirmó.
El analista Hugo Otero dice que Fujimori, ante lo que parece ser una inminente victoria de Castillo, intenta sembrar dudas sobre la legitimidad del proceso electoral.
“Es la manera de librarse del fracaso, de la caída”, declaró a la AFP el exasesor del difunto expresidente Alan García.
“Queremos transparencia”
El sábado en la noche Fujimori participó en un colorido y bullicioso mitin con miles de seguidores en la plaza Grau de Lima, donde repitió sus denuncias de fraude.
“Estamos aquí para se respete nuestro voto, para que se analicen las actas, queremos una elección transparente”, dijo la candidata de 46 años, quien deberá ir a juicio por supuesto lavado de dinero si pierde el balotaje.
Un fiscal anticorrupción pidió el jueves prisión preventiva para ella, por supuestamente infringir las reglas de su libertad condicional por el caso de aportes ilegales del gigante de la construcción brasileño Odebrecht.
La solicitud fiscal elevó la tensión en medio del lento escrutinio, en un país sumido en convulsiones políticas desde hace un quinenio, y será resuelta por un juez el 21 de junio.
Toda la tensión generada tras el balotaje se suma a los estragos que causa la pandemia, que deja 188.000 muertos en el país con la mayor tasa de mortalidad por covid-19 en el mundo.
“Venezuela chavista”
Fujimori dijo a corresponsales extranjeros el sábado que la “izquierda internacional está interviniendo” en Perú, en alusión a los saludos de líderes latinoamericanos a Castillo por su “victoria”, entre ellos del mandatario argentino Alberto Fernández, el boliviano Luis Arce y la vicepresidente nicaragüense Rosario Murillo.
Lss congratulaciones provocaron notas de protesta del gobierno peruano a los embajadores de esos países, dijo la cancillería.
La hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori también fustigó al mandatario saliente, el centrista Francisco Sagasti, quien llamó el jueves a varias personas ligadas a ambos bandos para buscar calmar los ánimos, entre ellas al premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa.
El laureado escritor de 85 años apoyó a Fujimori activamente desde España, donde reside, pese a su pasado antifujimorista.
“No queremos que el Perú se convierta en la Venezuela chavista o de [Nicolás] Maduro”, dijo Fujimori en el mitin de la plaza Grau, repitiendo un latiguillo de campaña.
Sin embargo, el principal asesor económico de Castillo, Pedro Francke, aseguró a la AFP en entrevista el viernes que sus ofertas de cambio no tienen “nada que ver con la propuesta de Venezuela”.
AFP