Especial desde Berlín
Para: Qué pasa en Venezuela
Martha Escalona Zerpa
La pasada 70ª Berlinale tuvo la gran suerte de comenzar y terminar en el tiempo previsto, sus 10 días completos, tal como estaba concebida. Pero se veía venir que la pandemia había saltado de Wuhan, China al norte de Italia y a Ischgl, en Austria y que estaba extendiéndose lenta pero seguramente por todo el continente europeo. Unas pocas semanas después de culminar el festival el año pasado, habría de comenzar el primer confinamiento en Europa con la primera ola del covid-19.
A inicios del 2021 toda Europa estaba confinada en la tercera ola de la Pandemia. ¿ Cómo realizar un festival internacional de cine durante de esas restricciones? Los directores de la Berlinale, Mariette Rissenbeek y Carlo Chatrian, no tuvieron muchas alternativas para decidir si cancelaban la 71a. edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, es decir la Berlinale, o si lograban presentarla de alguna manera y no dar todo por perdido.
Después de muchas noches seguramente insomnes se decidieron a partir el festival en una versión online para inicios de marzo 2021 y otra versión con público y al aire libre en junio 2021. Y funcionó. Pero esto se supo después. Justo en el momento de echar una mirada atrás.
The Berlinale Summer Special was a fantastic new start for cinema. 126 films were shown in 193 screenings at 16 cinemas with 60,410 tickets sold. More than 330 guests traveled to Berlin to present their films and engage with the audience.
— Berlinale (@berlinale) June 22, 2021
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La primera entrega de la 71ª Berlinale del 1 al 5 de marzo 2021, por tan sólo cinco dias, fue exclusivamente digital y para periodistas acreditados que recibían las películas via streaming a sus casas y con una programación reducida.
En ese formato reducido, esta Berlinale online compacta, acompañó al European Film Market, que se desarrollaba en paralelo en su clásica sede del museo Martin Gropius Bau. Toda una gran paradoja: Un festival de cine pero sin cines.
Y aunque faltaron, como no podía ser de otra manera, las ansiadas estrellas de y fuera de Hollywood, sobraron motivos para que la sección oficial mostrara buenas películas referenciales de los tiempos actuales.
Tina Turner, Jodie Forster, Céline Sciamma, el debut como director del actor alemán Daniel Brühl, la nueva película de Maria Schrader o la presencia de Hong Sang-soo fueron parte del elenco del festival ausente y alejado de las salas de cine. Un evento nada social, sino un acto individual y practicamente invisible. Una respuesta necesaria para contener los contagios del covid19 en las decenas de salas de cine en la capital alemana que se llenan usualmente hasta el borde de cinéfilos.
Fue la primera vez que la Berlinale dejó de ser un evento público y de masas. Un festival condenado a hacer de la necesidad una virtud. Después pasaron los meses del invierno y la primavera y comenzó el plan de vacunación en Alemania y por consiguiente en Berlín, conjuntamente con la oferta de pruebas de corona gratuitos.
Llegó junio. La edición de verano de la Berlinale «Berlinale Summer Special» se abrió con una gala de apertura festiva en un espacio al aire libre especialmente construido en la Isla de los Museos, siendo el primer evento cultural importante desde el comienzo de la pandemia. La euforia en la audiencia fue total.
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— Berlinale (@berlinale) June 23, 2021
La sensación de festival de cine al fin regresó a la ciudad. Hasta el 20 de junio 2021 se mostraron 126 películas de 56 países en 16 salas de cine de la ciudad. Un concepto de higiene y seguridad con pruebas obligatorias para detectar el covid-19 permitieron el desarrollo del festival. Fue la primera vez después de muchos años que la Berlinale se realizara en el verano y que su corazón no fuera el Berlinale Palast en la Potsdamer Platz.
Una excepción a la regla. La Berlinale no puede competir con los otros principales festivales de verano como Cannes y Venecia. Por eso su destino es volver al invierno.
Las esperanzas están puestas en que no habrá más olas nocivas de contagio con el covid-19 pese a sus permanentes mutaciones, y que tan sólo vacunados y recovalescientes podrán tener acceso a las salas de cine, dejando de lado a todos aquellos que no hayan podido o querido vacunarse. Sobre la legitimidad de esta estrategia se está debatiendo actualmente.
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La Berlinale 2021, que fue claramente un enorme esfuerzo logístico, le costó al gobierno alemán unos 10 millones de euros adicionales. Pero tanto la ministra de cultura Monika Grütters como el aún gobernador de Berlín Micahel Müller declararon que fue esencial para la escena cultural y artística de la capital alemana hacer todo el esfuerzo para que la Berlinale se realizáse y así retomar la vida cultural en los espacios sociales. La pandemia puso al límite de la existencia económica a miles de artistas de todos los géneros.
Fue un proyecto exitóso a nivel humanitario que da esperanza para seguir combatiendo el virus, aunque este año tan sólo se hayan vendido tan solo 60.000 entradas en comparación con las 330.000 entradas vendidas del 2020.
Y para muchos fue esta la Berlinale 2021 más hermosa que jamás se haya visto en el caliente verano de Berlín.
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Todos esperamos que la 72ª Berlinale tendrá lugar en el Berlinale Palast entre el 10 y 20 de febrero del 2022, volviendo a vencer, claor está, las restricciones contra la pandemia.
Después de todo, sin cine, la vida es demasiado inclemente. Y Netflix o Prime nunca podrán reemplazar el fenómeno colectivo de disfrutar de una película en una gran acogedora sala de cine repleta de cinéfilos.