Medio millar de participantes de organizaciones de la sociedad civil participan en Washington este miércoles en la apertura de la 53ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) bajo el lema “Fortalecimiento de una cultura de responsabilidad democrática con derechos humanos”.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, abrió el telón a la primera discusión oficial del pleno con representantes de la sociedad civil, asegurando que los recibían “para reflexionar colectivamente y escuchar sus perspectivas sobre cómo podemos avanzar en un trabajo de cultura democrática” con base de derechos humanos.
Representantes de trabajadores, del sector privado y coaliciones de derechos humanos, género y democracia, demanda en el pleno acciones de la OEA en riesgos que enfrenta la región. Los llamados comunes incluyeron la ampliación de educación, lucha contra la corrupción y protección de la protesta.
La protección a las poblaciones migrantes también fueron llamados de organizaciones como la Coalición por Venezuela, a través de su portavoz Ana María Diez, quien exhortó a no “subestimar el impacto del desplazamiento masivo” que vive el país.
“Setenta por ciento de los venezolanos que regresan al país lo hacen por faltas en los sistemas de integración. ¿Cuántas vidas se seguirán perdiendo?”, apuntó Diez, quien hizo un llamado al fortalecimiento de la cooperación nacional, más diálogos de principios compartidos de solidaridad y responsabilidad
Representantes de Colombia y EEUU, países en el eje de la migración, no mencionaron el reto hemisférico durante sus discursos.
Elizabeth Taylor Jay, viceministra de asuntos multilaterales de Colombia, hizo un llamado en su intervención a “fortalecer sistema interamericano de derechos humanos para el hemisferio”, y aseguró que el país se “ha trazado una ruta de acción” construida en avanzar la relación entre el cambio climático, derechos humanos y justicia ambiental.
En el caso de EEUU, Enrique Roig, subsecretario adjunto en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado, resaltó que el país es uno que promueve la “transparencia y libertad de expresión” sin embargo “no somos perfectos”.
Además, aseguró que EEUU está “profundamente comprometido” con la promoción de derechos humanos, apuntando como “preocupante e lo que está pasando en países como Venezuela y Nicaragua”. Roig abundó que “se debe permitir que la sociedad civil funcione libremente y se debe permitir que las personas ejerzan su derecho a elegir a sus líderes y dejar atrás la corrupción y la represión”.
Los trabajadores, señalaron la necesidad de “colocar el trabajo digno” en el centro. “Necesitamos políticas públicas que pongan las nuevas tecnologías al servicio de una comunicación democrática respetando la diversidad”, dijo aJulio Rosales, portavoz del Consejo Sindical de Asesoramiento Técnico.
En el caso de la sociedad civil, la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia, aseguró que “la corrupción sigue siendo uno de los principales problemas que erosionan las democracias desde adentro”, dijo Enrique de Obarrio, su portavoz.
Entre sus peticiones al organismo abundó en que “los mecanismos de la OEA se han quedado cortos” para garantizar derechos como la libertad de prensa, reducción de las inequidades y la construcción de medidas que permitan “sancionar cando la estabilidad democrática se ve atacada”.
Unas 684 organizaciones forman parte del registro oficial de la OEA que incluyen representantes de los trabajado.
“Los aportes de la sociedad civil son fundamentales para enriquecer las labores”, dijo Washington Abdala, presidente del Consejo Permanente.
Representantes de las misiones permanentes ante la OEA y los países observadores continuarán la agenda durante el primer día de la Asamblea General.
En múltiples ocasiones, portavoces de las decenas de organizaciones que tomaron la palabra aseguraron estar participando “en protesta”. Esto, debido a que previo al comienzo del diálogo se negó la entrada a personas que no poseían un tipo de pase específico para la conversación.
“Lamentamos que nos pongan a ver la Asamblea en pantallas… no hubiésemos gastado lo que toma venir hasta acá en pasajes aéreos y demás”, dijo a la VOA una de las representantes proveniente de Perú.
Otros, apuntaron que la OEA mostró “incapacidad en tratar con respeto a quienes creemos en las libertades” al no “poder garantizar y salvaguardar nuestros derechos”.