22 febrero, 2020
Por
Carolina Isava
Sin edificios verbales
Seré preciso. Para lo que escribiré no hacen falta arengas ni edificios verbales. La perra chavista está herida, muy mal herida y anda desatada. El reconocimiento mundial a Guaidó, las sanciones, el desprecio universal a los chavistas y la falta de dinero los tienen asfixiados. Buscan auxilio, lo buscan desesperadamente. No lo obtienen. Están solos.
La perra chavista fallece, por eso muerde.
El pulso de la libertad
Cuando el 5 de enero el presidente Juan Guaidó se encaramó en la reja de la Asamblea Nacional y cuando días más tarde logró irrumpir en el hemiciclo junto a otros diputados, empujando puertas y desafiando militares, marcó el pulso político de este año, dio un giro radical a la frustración imperante de los últimos meses y recuperó la senda de la Operación Libertad.…