30 septiembre, 2020
Por
Carolina Isava
1. La furtiva maniobra de los negociadores con Noruega, Barbados, y ahora con la delegación de la Unión Europea, ha sido la de dejar colar ante la opinión pública nacional que el dilema es guerra/enfrentamiento/caos, o negociación. En términos lógicos es la falacia del falso dilema o bifurcación: ya que nadie puede querer la guerra entonces hay que caer inexorablemente en la negociación; pero, ¿cuál negociación? Desde luego, la mía.
2. El problema de la negociación que se ha llevado y que parece continuar a espaldas de la opinión pública es que precisamente ésa está llena de trampas, medias verdades, ocultamientos, que no conducen al fin propuesto y asumido por la mayoría del país que es el cambio de régimen sino el de su consolidación porque “es lo que hay”.…