23 septiembre, 2020
Por
Carolina Isava
1. Siempre me intrigará el momento y las causas por las cuales un ser humano se transforma en un criminal; más aún, en un criminal de Estado. Cómo una persona que puede haber sido un intelectual, académico, maestro, militar profesional, policía de investigación técnico o dirigente político más o menos normal, se convierte en un asesino, torturador o cómplice de estos crímenes. Es lo habitual en regímenes totalitarios; pero siempre asombra saber que gente que circulaba por las mismas calles que uno, a lo mejor paseaba por los mismos parques o iba a los frecuentados cafés, se revelan como delincuentes a todo meter.…