Ex presidente boliviano Evo Morales. Agustin Marcarian / Reuters
Las últimas declaraciones del expresidente Evo Morales en las que manifestó que tuvo contacto con los tribunales supremos de justicia, electoral y el constitucional antes de las elecciones presidenciales de 2020 causaron este lunes polémica en Bolivia.
Morales manifestó el fin de semana en un programa difundido por una radio del trópico de Cochabamba que habló con miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para evaluar la postergación de las elecciones del año pasado, según difundieron los medios locales.
También tuvo contacto con el Tribunal Constitucional luego de que la oposición manifestara su intención de anular la sigla del Movimiento al Socialismo (MAS).
“Algunos miembros del Tribunal Supremo Electoral me decían: Evo tenemos presiones internas y externas para eliminar al MAS. Tenía que hablar desde Argentina, tenía que hablar con el Tribunal Constitucional, ganamos esa batalla”, indicó Morales.
Además, sostuvo que habló con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ya que una de las estrategias del Gobierno transitorio de la expresidenta Jeanine Áñez era dejar la Presidencia a quien entonces era presidenta de esa instancia, María Cristina Díaz.
Morales manifestó que “en una semana” lograron cambiar a la presidenta de esa instancia y así evitar que se postergaran más tiempo las elecciones en Bolivia, según la información que trascendió en los medios del país.
Las elecciones generales en Bolivia, luego de las anuladas en 2019, inicialmente estaban previstas para el 3 de marzo, se pospusieron para el 6 de septiembre por la pandemia y luego a través de una norma se puso como tope el 18 de octubre, fecha en la que se llevaron a cabo los comicios en los que ganó el presidente Luis Arce.
A raíz de estas declaraciones, el expresidente Carlos Mesa, líder opositor, expresó a través de su cuenta de Twitter que Morales muestra que el “complot masista” que hubo en 2019 y 2020 “fue gigantesco”.
“La declaración de Morales sobre su contubernio con funcionarios serviles del TSE y TSJ para cambiar autoridades judiciales y afectar decisiones electorales es confesión de delitos”, escribió el líder del mayor partido opositor.
Ante la difusión de esas declaraciones en la prensa local, Morales escribió en Twitter que como presidente del MAS-IPSP era su “obligación” mantener contacto con “órganos del Estado” para evitar “prorroguismo del gobierno de facto y garantizar elecciones”.
El expresidente boliviano vivió por casi 11 meses en Argentina tras las elecciones anuladas de 2019, desde donde dirigió la campaña del MAS con la que Luis Arce ganó la Presidencia.
EFE