Detalle de una urna para ciudadanos peruanos residentes en Chile que participan en las elecciones presidenciales de Perú, en un colegio electoral situado en Santiago (Chile). Largas filas de ciudadanos peruanos residentes en Chile se registraron este domingo en distintos centros de votación para participar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentan a Pedro Castillo y Keiko Fujimori. EFE/ Alberto Valdes
Las actas electorales con los votos de los peruanos en el exterior comenzaron a llegar este martes al país para continuar con el ajustado escrutinio que marca que Pedro Castillo y Keiko Fujimori están separados por solo unas décimas porcentuales de distancia.
Por: Infobae
La tendencia del conteo, que va en orden de llegada, ha tomado varios rumbos. Los primeros votos, de grandes centros urbanos, favorecieron a la candidata derechista, mientras que el líder izquierdista tomó la ventaja con los sufragios de zonas rurales. Ahora, Fujimori espera reducir la distancia con el apoyo de los peruanos en el extranjero.
Algunas de estas actas, provenientes de países con pocas mesas de votación, ya habían sido contabilizadas por el organismo electoral, porque fueron digitadas desde el lugar de origen. Pero el grueso de documentos, provenientes de países como España y Estados Unidos en valijas diplomáticas, recién están siendo cargados este martes.
Ballotage en Perú: Keiko Fujimori tiene el 51,9% de los votos y Pedro Castillo 48,75%
Casi un millón de peruanos estaban habilitados para votar fuera del país, aunque la participación ronda el 35%, por lo que más de 300 mil votantes sufragaron el domingo en el extranjero.
En Estados Unidos, por ejemplo, al 64% de actas procesadas, Fujimori ganó con 78% de los votos válidos, pero la participación fue mucho menos que la que esperaba Fuerza Popular: solo votaron el 28% de los peruanos habilitados.
Las autoridades también confirmaron un incidente con respecto a votos de Norteamérica. En un audio viralizado en redes, un funcionario consular expresaba su deseo de que las actas favorezcan a Fujimori. Por ello, cambiaron a la persona encargada de trasladar los documentos para asegurar la imparcialidad.
Con el 95,7% del total de actas contabilizadas, Pedro Castillo lleva el 50,2% de votos válidos, sobre el 49,77% de su rival, una distancia de casi 80 mil votos. Pero falta contar casi la mitad de los votos emitidos en el extranjero, que favorecen ampliamente a Fujimori, que sumaría aproximadamente 50 mil votos más que su rival en este segmento.
De esta forma, la distancia se reduciría a 30 mil votos, aunque también queda pendiente un pequeño segmento de votos rurales.
Posteriormente, quedará la definición de más de 1.300 actas (más de 300 mil votos) en proceso de revisión del Jurado Nacional de Elecciones por diversas impugnaciones. Se trata de un número “normal”, si se tiene en cuenta que en el ballotage de 2016 hubo 1.270 actas impugnadas.
De no registrarse mayores observaciones e impugnaciones, esta semana se finalizaría con el registro en el cómputo de los votos en el extranjero.
“Nadie puede decir a estas alturas con seguridad quién va a ganar”, dijo a la radio local RPP Fernando Tuesta, politólogo de la Pontificia Universidad Católica de Perú y ex jefe de la ONPE. Matemáticamente, la diferencia que ostenta Castillo es remontable.
Keiko Fujimori depositó el lunes sus esperanzas en el voto del exterior: “Confiamos que con el recuento de estas actas la votación se va a emparejar”. Pero también denunció algunas irregularidades por parte de personeros de Perú Libre, dando a entender un posible fraude, sin evidencias de una conducta generalizada.
La Misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) dijo, poco antes de la denuncia de Fujimori, que “el escrutinio de los votos se realizó de acuerdo a los procedimientos oficiales”, avalando la labor de la ONPE.
El ballotage parece lejos de ponerle fin a las convulsiones políticas del último quinquenio, que condujeron a Perú a tener cuatro presidentes desde 2018, tres de ellos en cinco días de noviembre de 2020.
El mapa parcial de los votos en Perú mostraba un país partido en dos. Castillo dominó de forma abrumadora en las empobrecidas zonas rurales de los Andes y gran parte de la Amazonía. Por su parte, Fujimori fue la candidata de la élite empresarial, dominó la capital al llevarse casi un tercio de la población, y otras ciudades de la costa del Pacífico.
Las ciudades más golpeadas por el terrorismo de Sendero Luminoso durante la guerra interna de 1980 a 2000, la cual dejó casi 70.000 muertos, votaron por Castillo. Fue un resultado adverso para Fujimori, que durante la campaña acusó al profesor de tener nexos con el grupo criminal, pero no presentó pruebas.
Las zonas donde mineras de capitales internacionales buscan expandir proyectos extractivos también votaron casi en su totalidad por el izquierdista. En el distrito más pobre del país, Uchuraccay, el profesor acaparó el 87% de los votos, mientras que en el distrito más rico, San Isidro, Fujimori se impuso por 88%.
El nuevo presidente asumirá el poder el 28 de julio en un país que registra la mayor tasa de mortalidad del mundo por la pandemia, con más de 186.000 muertos entre 33 millones de habitantes.