Lapatilla
La periodista inglesa Catherine Ellis estuvo de visita en la ciudad de Mérida, donde a su paso por el estado andino logró reseñar a través de su cuenta en Instagram @catherinelucy2303 la realidad que desde hace algunos años viven los merideños y que se ha profundizado más en los últimos meses en la ciudad que hace algunas semanas sumó 465 años de historia.
Por Corresponsalía lapatilla.com
“Más allá de la espectacular naturaleza, la impresionante arquitectura, los animados centros urbanos y la gente cálida se encuentra otro lado del país. Muchas casas y negocios están abandonados, los cortes de energía y agua ocurren diariamente o unas pocas veces al día (la foto negra)*, describió desde su perspectiva como extranjera.
Siguió relatando “los cajeros automáticos no funcionan, las gasolineras están fuera de servicio o tienen colas ridículamente largas; 1,8 litros de leche pueden costar casi 4 dólares en un supermercado (Pringles cuestan 6 dólares)… y la gente está tratando de ser creativa en cómo pueden comer más barato, por ejemplo, criando conejos para comer, no son mascotas”.
La estadía nocturna no fue la mejor, pues Corpoelec hizo de la suyas como cada día o cada noche a cualquier hora dijo “Se cortó la luz donde me quedé anoche durante unas horas, y también temprano esta mañana, lo que significa que no pude trabajar”, también afectada por las fallas continuas de agua a la que diariamente están sometidos los merideños “luego no pude lavarme bien, ya que el agua también se fue”.
Conseguir dinero en efectivo, sin duda una odisea “Tenía poco dinero en efectivo y nadie parecía conocer una solución de cómo podría obtener más con una tarjeta internacional. Afortunadamente, una mujer conocía a un tipo en un quiosco que conocía a otro tipo en otro quiosco que tenía algo de dinero en efectivo que me vendió en secreto”.
“La vida aquí puede ser complicada y frustrante a veces, y solo he estado aquí unos días. Los venezolanos han sufrido esto durante años, aunque muchos esperan que con las elecciones presidenciales del próximo año, las cosas puedan – solo puedan – cambiar”, finalizó.