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En una reciente entrevista con el docente jubilado Rafael Rivero y el coordinador regional del Comité de Pensionados y Jubilados del Estado de Lara, José Méndez, compartieron sus experiencias y las dificultades que enfrenta la comunidad de pensionados en la región.



Rafael Rivero, jubilado del Ministerio de Educación desde 2012, describe la situación como «difícil y precaria». Con una pensión de apenas 130 bolívares mensuales, él, junto con muchos otros pensionados, se enfrentan a un desafío diario para cubrir sus necesidades básicas. «Eso no es suficiente,» dice Rivero, expresando la desesperación y la incertidumbre sobre el futuro de las pensiones.
Una de las principales preocupaciones es la posible eliminación de la pensión, una medida que, según Rivero, solo sería aceptable si se reemplaza por un beneficio que realmente mejore la situación económica y social de los pensionados. «Queremos que se nos respete y que se dignifique nuestra situación de vida,» añade.

Es importante destacar que los entrevistados forman parte del equipo de jubilados y pensionados que se reunieron en la plaza Altagracia, ubicada en la carrera 19 con calle 21 en pleno centro de la ciudad. Esta fue la primera concentración del año 2025, donde se organizaron para consolidar todas las asambleas que se mantendrán activas hasta lograr los objetivos planteados.
José Méndez, coordinador regional del Comité de Pensionados y Jubilados del Estado de Lara, también ha alzado la voz sobre este problema. «La nivelación del pago de las pensiones, similar a la cesta básica, es esencial porque los 130 bolívares no compensan nada. No nos alcanza ni siquiera para los pasajes,» señala Méndez.
La situación económica de los pensionados en el estado Lara se ha vuelto insostenible. Muchos pensionados dependen de las remesas enviadas por familiares en el extranjero. Sin embargo, esto no es una solución sostenible para todos. «Hay personas que viven solas o con sus abuelos y se convierten en una carga para sus familias,» comenta Rivero, señalando que algunos terminan en geriátricos con condiciones graves.
Rivero hace un llamado a la reactivación de la entrega de medicamentos por parte del Instituto de los Seguros Sociales para el control de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes, problemas de salud comunes entre los pensionados. También propone la reactivación de los comedores populares para asegurar una alimentación adecuada para los adultos mayores. «Nosotros no nos estamos nutriendo de una manera integral,» dice Rivero, destacando la necesidad de que los comedores populares vuelvan a funcionar como antes. Estos comedores, que solían recibir donaciones de alimentos, eran una fuente vital de sustento para muchos.

Rivero subraya la importancia de que el gobierno destine un presupuesto para financiar los geriátricos, que enfrentan dificultades para mantener a sus residentes y al personal que trabaja allí. «Los geriátricos necesitan una ayuda de financiamiento,» afirma, recordando cómo la comunidad suele apoyar instituciones como el Honín a través de donaciones.
José Méndez notifica que las mismas situaciones que siempre se han manifestado y reclamado siguen presentes. Hace tres años se entregó un documento a diversas autoridades, incluyendo la vicepresidencia de la República, la Asamblea Nacional y la Defensoría del Pueblo, exponiendo la situación crítica de los pensionados y jubilados a nivel nacional.
«La salud del venezolano referente al pensionado y al discapacitado se está deteriorando demasiado,» advierte Méndez. A partir de la fecha, los pensionados retomarán las actividades de reclamo para intentar solventar esta situación.
«Protestar no es conveniente, hacer manifestaciones está prohibido. Lo único que nos queda como arma es reclamar dentro de los derechos constitucionales y los artículos que están en la ley,» explica Méndez, enfatizando los derechos a la medicina, la salud y la alimentación.
Rivero, Méndez y sus colegas luchan por una mejora social y económica que dignifique la vida de los pensionados. «Queremos que se nos tome en cuenta un poquito,» concluyen, esperando que sus demandas sean escuchadas y se tomen medidas para mejorar la situación de todos los pensionados en el estado Lara.