La actividad económica de Brasil creció 0,60 % en julio frente a junio, con lo que encadenó cuatro meses de expansión consecutiva, y ya se encuentra en un nivel superior al que tenía antes del inicio de la pandemia de la covid, en febrero del año pasado, informó este miércoles el Banco Central.
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El llamado Índice de Actividad Económica (IBC-Br), que la autoridad monetaria mide mensualmente en un intento de adelantar la tendencia del producto interior bruto (PIB) del país, alcanzó en julio 140,52 puntos, por lo que superó el nivel que tenía en febrero de 2020 (139,16 puntos), cuando Brasil registró su primer caso de covid.
El crecimiento del 0,60 % de la actividad económica en julio prácticamente dobló el previsto por los economistas para el mes (0,35 %) y dejó clara la fuerte recuperación de la mayor economía latinoamericana en 2021 tras haber sufrido una retracción del 4,1 % en 2020, su peor resultado en varios años, hundida por los efectos económicos de la pandemia.
Según el Banco Central, la actividad económica de Brasil creció un 5,53 % en julio en comparación con el mismo mes del año pasado, cuando el país ya había levantado parte de las medidas de distanciamiento social y superado el peor momento económico de la pandemia.
El emisor dijo igualmente que la actividad económica se expandió un 9,44 % en el último trimestre (mayo a julio) en comparación con el mismo período del año pasado y que acumula una expansión del 6,8 % en los siete primeros meses.
Gracias a esa fuerte recuperación, la actividad económica de Brasil acumula un crecimiento del 3,26 % en los últimos doce meses hasta julio frente al período entre agosto de 2019 y julio de 2020, según el indicador que los economistas brasileños conocen como “la previa del PIB”.
Las cifras son compatibles con las proyecciones tanto del Gobierno como de los economistas, que prevén que Brasil terminará 2021 con un crecimiento económico de cerca del 5,15 % tras la histórica retracción del año pasado (-4,1 %) y que superará la crisis generada por la pandemia.
Pese a las optimistas proyecciones para 2021, en los últimos días los analistas han reducido sus previsiones del crecimiento de Brasil en 2022, ubicadas ahora por debajo del 1 %, debido a los crecientes problemas que afronta el país.
Además de una grave crisis institucional a un año de las elecciones presidenciales de 2022, Brasil sufre un fuerte avance de la inflación, que ya supera el 8 % anual, su mayor nivel en varios años, lo que ha obligado al Banco Central a elevar con fuerza la tasa básica de interés.
Los economistas temen que el encarecimiento del dinero pueda frenar la expansión económica del país el próximo año, así como también temen los efectos de la grave crisis hídrica que afronta el país, la mayor en 91 años, ante la posibilidad de que Brasil pueda sufrir apagones o un racionamiento eléctrico.
Vía Agencia EFE