La fiscalía de Bielorrusia pidió el martes 12 años de cárcel contra María Kolesnikova, una de las grandes figuras de la oposición en el país, acusada de querer derrocar el régimen autoritario de Alexander Lukashenko.
El juicio contra Kolesnikova, de 39 años, empezó el 4 de agosto y supone el culmen de meses de represión contra la contestación política en Bielorrusia, con detenciones masivas, exilios forzosos y desaparición de ONG y medios independientes.
En prisión desde hace 11 meses, Kolesnikova está siendo juzgada junto a su antiguo abogado, Maxime Znak. Ambos están acusados de “conspiración para hacerse con el poder”, “incitación a acciones que atentan contra la seguridad nacional” y “creación de una formación extremista”.
“Kolésnikova y Znak se exponen a 12 años de prisión. Las deliberaciones tuvieron lugar hoy y es lo que pidió la fiscalía”, indicó el servicio de prensa de Viktor Babaryko, opositor de Lukashenko condenado a 14 años de prisión en julio y para el que trabajaron los dos acusados.
El veredicto se conocerá el 6 de septiembre.
Kolesnikova es una de las principales figuras de la oposición bielorrusa en el país. Música de profesión, es la única de la troika de mujeres que plantaron cara al presidente Alexandr Lukashenko durante la campaña electoral que todavía vive en Minsk, ya que la líder opositora, Svetlana Tijanóvskaya, está en Lituania, y Verónika Tsepkalo también se exilió tras las elecciones del 9 de agosto.
En una entrevista con la agencia EFE, la opositora había asegurado que no tenía miedo a que la detuvieran. “Conozco demasiado bien los últimos 26 años de historia de Bielorrusia. Para mí fue una elección y un riesgo que tomé con todas las consecuencias. Pero el futuro de Bielorrusia merece luchar por él y sacrificar algunas comodidades. No lo lamento”, señaló.
Cuando fue detenida, Kolésnikova denunció a miembros de los servicios de seguridad por “secuestro” y “amenazas de muerte”. Según la página en internet de Viktor Babaryko, ex candidato presidencial de quien era directora de campaña, Kolésnikova envió una carta al director del Comité de Investigación bielorruso en la que detalló lo que sucedió entre su secuestro y su reaparición 24 horas más tarde en la frontera con Ucrania.
“Maria Kolésnikova indicó los nombres y posiciones de quienes ejercieron presión psicológica sobre ella. Pidió abrir un proceso penal” por secuestro, encarcelamiento ilegal y amenazas de muerte, detalló el sitio de internet que publica extractos de su carta.
“Estas personas amenazaron con matarme. Dijeron que si no abandonaba Bielorrusia voluntariamente, me iría de todas maneras, viva o en pedazos. También amenazaban con privarme de libertad durante 25 años, con causarme problemas en el lugar donde estuviera detenida”, escribió la opositora.
“Cuando los agentes de la KGB (servicios de seguridad) entendieron que no abandonaría voluntariamente el territorio de Bielorrusia, me pusieron una bolsa en la cabeza, me metieron en un minibús y me llevaron a la frontera” con Ucrania, añadió.
Ella confirmó también la versión de sus partidarios según la cual, para no ser expulsada de su país, rompió su pasaporte.
Las acusaciones a opositores ocurrieron un mes después de la elección presidencial de Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994, que desencadenó un movimiento de protesta sin precedentes en el país. Todas las figuras de la oposición bielorrusa de este movimiento de protesta, marcado por manifestaciones multitudinarias cada domingo en Minsk, la capital, están hoy en el exilio o en prisión.
Con información de AFP y EFE