Redacción (ALN).- La arepa, ese pastel a base de harina de maíz que no falta en la mesa de los venezolanos, está pasando de ser un alimento local a uno que conquista los paladares en el mundo gracias a los migrantes de Venezuela.
Y es que ahora es posible encontrar este plato en ciudades como Nueva York, París, o Tokio, entre otras, cuando antes solo se consumía en Venezuela y su vecina Colombia.
Esto ocurre en el marco del éxodo de más de 7 millones de venezolanos que huyeron de la crisis de su país. Entonces, se puede decir que, al igual que ellos, la arepa ahora ha trascendido las fronteras.