La región de Medio Oriente se verá particularmente afectada por el calentamiento global en un futuro cercano, con temperaturas extremas y el declive de una economía basada en el petróleo a medida que el mundo recurre a las energías renovables, subrayan los expertos.
“Nuestra región está clasificada como zona de riesgo de cambio climático” por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y la Organización Meteorológica Mundial, un organismo de las Naciones Unidas, recordó a mediados de octubre el presidente chipriota Nicos Anastasiades en la Conferencia Internacional sobre Cambio climático en el Mediterráneo oriental y Medio Oriente.
Deficitaria en cuanto al agua, la región, que cuenta con más de 500 millones de personas, ha visto cómo sus temperaturas han aumentado dos veces más rápido que el promedio mundial, o 0,45 grados Celsius por década desde 1980, de acuerdo a los científicos.
Las tierras están en proceso de desertificación y las tormentas de arena se intensifican, mientras la nieve en las montañas se vuelve escasa y, con ella, el agua en los sistemas fluviales de los que dependen millones de habitantes.
Y las emisiones de gases de efecto invernadero de la región son ahora más altas que las de la Unión Europea, según las conclusiones presentados en la conferencia.
Este verano, enormes incendios devastaron Chipre, Grecia, Israel, Líbano y Turquía y las temperaturas superaron los 50 grados centígrados en Kuwait, Omán, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Irak e Irán.
– Petróleo “anacrónico” –
“Estos trágicos sucesos no están sacados de una película de catástrofe, se trata de la realidad y el presente”, afirmó durante la conferencia Laurent Fabius, presidente de la COP21, cumbre de la ONU sobre el clima que acabó con la firma del Acuerdo de París en 2015.
Este histórico pacto climático comprometía a casi todo el planeta a contener el calentamiento por debajo de +2°C y, si es posible, de +1,5°C.
Sin embargo, con la proximidad del inicio de la COP26, que tendrá lugar en Glasgow (Escocia) a partir del 31 de octubre, muchos países de Oriente Medio aún no han ratificado el acuerdo de París: Irán, Irak, Libia y Yemen.
Esta región presenta “problemas graves” relacionados con el calentamiento global, resume Jeffrey Sachs, director de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (UNSDSN).
“En primer lugar, se trata del centro mundial de los hidrocarburos, del que dependen muchas economías de la región, energías que se han vuelto anacrónicas y que debemos dejar de usar”, señala Sachs, profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York.
“En segundo lugar, es una región ya seca que seguirá haciéndolo, por lo que habrá inseguridad vinculada al agua y al desplazamiento de poblaciones”, advierte el experto, que pide “un cambio masivo” en la zona, a pesar de las divisiones.
“Solo tienen que mirar al cielo. Los rayos del sol nos ofrecen las bases para una nueva economía verde”, prosigue, refiriéndose a la energía solar.
– 60 grados –
A finales de siglo, si no se hace nada para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas podrían subir hasta seis grados centígrados y más durante las olas de calor extremo, avisa el investigador holandés de química atmosférica, Jos Lelieveld.
Para el experto, las temperaturas podrían superar los 60 grados centígrados en las ciudades, transformadas en islas de calor por su densidad, asfalto y menor vegetación.
“Durante las olas de calor, la gente muere de insolación o paro cardíaco. Las personas vulnerables sufrirán”, precisa Lelieveld.
Este aumento de las temperaturas podría convertirse en “la raíz de futuros conflictos”, preconiza Fabius, que pronostica una escalada de las tensiones por la escasez de agua.
Según una controvertida teoría, la llegada de millones de campesinos a las ciudades sirias debido a sequías récord entre 2006 y 2009 exacerbó las tensiones sociales y creó un terreno fértil para las protestas contra el régimen en 2011, sangrientamente reprimidas por Damasco.
AFP