Por: Santiago Duque, Director de Operaciones de SAP para la Región Norte de Latinoamérica y el Caribe
Una de las grandes preocupaciones que tienen hoy las empresas es cómo lograr ser más sostenibles, mientras avanzan en sus modelos de negocios. Ante este objetivo, las compañías siguen aumentando sus inversiones en programas y proyectos que permitan reducir su huella de carbono, al tiempo que empiezan a ver en la tecnología un gran aliado.
Entre esas herramientas, se destaca la nube. De acuerdo con un estudio de la consultora Accenture, las organizaciones que migran a la nube, a través de proveedores externos, pueden reducir en un 65% su consumo energético y en un 84% sus emisiones de carbono. Además, por medio de esta tecnología se puede llegar a reducir las emisiones de CO2 en 59 millones de toneladas anuales, lo que equivaldría a retirar 22 millones de carros de circulación.
Por su parte, un reporte de Deloitte reconoce que la nube proporciona activos clave como las calculadoras de sostenibilidad, la innovación del ecosistema y los nuevos modelos operativos TI, entre otros beneficios, que al final del día logran un impacto positivo en las compañías y sobre todo en el medio ambiente. “Si su organización se esfuerza por alcanzar el objetivo de ‘cero neto’ (recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible de emisiones nulas), el hecho de disminuir las emisiones de su infraestructura informática es clave”, menciona el informe de Deloitte. Así mismo, agrega que es evidente que la computación en la nube representa una mejora al respecto, al convertirse en una tendencia más limpia que permite tener menos hardware ejecutando cargas de trabajo menores, lo que al final significa menos consumo de electricidad.
En el caso de Gartner, la firma de investigaciones predice que, de aquí hasta el 2026, el 70% de las organizaciones que persigue iniciativas de sostenibilidad aprovechará los servicios de nube pública para lograr sus resultados de sostenibilidad medioambiental.
Este camino hacia la nube muestra varias ventajas para aquellas organizaciones interesadas en reconocer su impacto sostenible y actuar en consecuencia. Un punto importante está relacionado con el ahorro de costos. A la vez que migrar a la nube puede representar nuevas oportunidades para las compañías, también es posible lograr reducir el consumo energético al adoptar este tipo de herramientas.
Según cifras de Accenture, las empresas pueden reducir hasta 50 veces el consumo de sus aplicaciones eligiendo el lenguaje de programación adecuado para la tarea. Igualmente, las organizaciones podrían reducir en un 98% sus emisiones de carbono configurando aplicaciones sostenibles para la nube.
Pero este no es el único ahorro que pueden tener las compañías. Gracias a la nube, las empresas necesitan menos equipamiento físico en sus áreas de trabajo debido a que los proveedores son los encargados de los centros de datos. Este tipo de estrategias también implica una disminución en la huella de carbono. Otro punto importante en términos de ahorro es que, a través de la nube, las compañías tienen la capacidad de ajustar los recursos informáticos según sus necesidades. Esto les sirve para aumentar o disminuir la capacidad de procesamiento según la demanda que requiera la organización, lo que ayuda a reducir el desperdicio energético.
Asimismo, permite un ahorro en recursos y tiempo. Entre las ventajas que tiene la nube es la facilidad para que los empleados puedan trabajar de forma remota, lo que reduce la necesidad de desplazamientos hacia el lugar de trabajo y una duplicidad en el gasto de recursos (hogar y oficina). Esto facilita que los empleados disminuyan las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el transporte.
“La idea de consumir solo lo necesario es un principio clave en la construcción de un futuro sostenible, y esto se encuentra estrechamente ligado al diseño de la nube”, resalta un columnista del portal especializado SpiceWorks. En su opinión, el argumento a favor de la sostenibilidad de la nube es claro: disminuye la huella de carbono de las infraestructuras on-premise relacionada con el consumo de energía, la refrigeración, el hardware y el poder de procesamiento.
En el actual panorama empresarial, diversas empresas proveedoras de servicios en la nube, como SAP, han desarrollado extensos portafolios de aplicaciones de negocio en nubes tanto públicas como privadas. Estas herramientas tecnológicas se han convertido en valiosos aliados para aquellas organizaciones que buscan encaminarse hacia un futuro más sostenible.
La nube desempeña un papel esencial en fomentar la sostenibilidad dentro de las organizaciones. Al adoptar un enfoque sostenible, se logra reducir la huella de carbono y los costos asociados, al mismo tiempo que se impulsa la investigación y la innovación necesarias para garantizar un futuro más prometedor.
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