La inflación está volviendo a rugir en Venezuela, amenazando con socavar la frágil recuperación económica orquestada por el presidente Nicolás Maduro y reavivar una ola migratoria que acababa de comenzar a disminuir.
Los precios se han disparado a una tasa anual del 359% en los últimos tres meses, según un índice compilado por Bloomberg. Si bien eso está muy por debajo de los máximos hiperinflacionarios más salvajes de los últimos años (el índice registró alrededor del 300,000% en 2019), ha aumentado notablemente desde principios de este año.
El aumento de los precios revela un importante cambio de política por parte de Maduro. Después de años de controlar el gasto y reducir un déficit presupuestario inflado, el Gobierno está aflojando los hilos de la cartera nuevamente, “desembolsando dinero en efectivo para todo, desde bonos de vacaciones hasta dádivas para los leales al Partido Socialista”, refiere la agencia de noticias. Todo ese efectivo adicional en la economía está alimentando la disminución del valor del bolívar frente al dólar y elevando los precios al consumidor.
“Venezuela técnicamente ha salido de la hiperinflación, pero está atrapada en altas tasas mensuales de inflación”, dijo a Bloomberg Daniel Cadenas, profesor de economía en la Universidad Metropolitana de Caracas. “No veremos menos del 100% de inflación anualizada a menos que haya un cambio en la política económica”.
La disminución del poder adquisitivo es una de las razones por las que las personas se ven obligadas a migrar, dijo Cadenas. Más de 7 millones ya han abandonado el país en los últimos años, según estimaciones de las Naciones Unidas, y decenas de miles llegaron a la frontera de Estados Unidos este año.
Mayor crecimiento económico en 15 años
“Venezuela tiene precios de productos como los de Dubái mientras que a la gente se le pagan salarios como los de Sudán. Esto afecta sobre todo a los pobres, al 93% de la población”, dijo Cadenas.
Al permitir que el dólar estadounidense circule libremente, la administración de Maduro estimuló un aumento en el gasto de los consumidores que, junto con un modesto aumento de la producción de petróleo, está impulsando un sorprendente repunte económico. Se espera que el producto interno bruto (PIB) crezca un 6% este año, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien ese sería el mayor crecimiento en 15 años, la economía sigue siendo una sombra de lo que era antes.
Venezuela salió de la hiperinflación en enero tras la decisión del Banco Central (BCV) de aumentar la oferta de dólares en el mercado cambiario oficial. La estrategia arrojó algunos resultados a principios de año, moderándose la inflación mensual en marzo.
Pero los aumentos de precios se han acelerado recientemente. El BCV informó que los precios al consumidor aumentaron en agosto, mientras que el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), vinculado a la oposición, dijo que la inflación anual se acerca al 157%. El índice Café con Leche de Bloomberg, basado en el precio de una taza de café en Caracas, sitúa la cifra en 158% en el último año.
Algunos economistas habían pronosticado una inflación anual por debajo del 100% en 2022.
Moneda más débil
El bolívar se ha debilitado un tercio en los últimos tres meses, a alrededor de 9 bolívares por dólar. Una flexibilización de las restricciones al gasto público ha llevado a un aumento “significativo” en la oferta de moneda local, lo que está impulsando la demanda de dólares estadounidenses, dijo Cadenas.
Tamara Herrera, directora de la firma de análisis financiero Síntesis Financiera, dijo que es probable que la tendencia empeore a medida que el Gobierno realice más pagos de fin de año a los empleados públicos, lo que impulsará la demanda de bolívares antes de las compras navideñas.