La escasez de dinero en efectivo en Venezuela ha complicado las transacciones más elementales entre la población, quienes tienen que buscar alternativas para continuar con sus actividades diarias, como el uso de divisas extranjeras.
La banca venezolana ha sido una de las más afectadas, y una muestra de ello es la reducción de las agencias físicas y la inoperatividad de la mayoría de sus cajeros automáticos, los cuales han disminuido su presencia en 70 % desde 2013.
Según datos de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban), en Venezuela había 9.395 cajeros automáticos en marzo de 2013, pero según el último reporte, publicado en marzo de 2021, cayó a 2.764.
En entrevista exclusiva para El Diario, el director de Econométrica, Henkel García, aseguró que este fenómeno de reducción responde a “varias dinámicas”.
“Hay todo un proceso de digitalización de diferentes sectores y la banca está pasando por eso, entonces al digitalizarse, al hacer un conjunto de operaciones en línea, parte de las operaciones del cliente también se hacen en línea. Entonces, no hay necesidad ni de tener tantas oficinas y tampoco de tener tantos empleados”, dijo.
Recordó, además, que el desplome de la economía en Venezuela requería de mucha más infraestructura como oficinas y taquillas físicas, cajeros automáticos, así como también un recurso humano más robusto para satisfacer las necesidades de los usuarios.
“Pudiese algo cambiar si vemos un crecimiento robusto de la economía venezolana y (los bancos) tengan que abrir o reabrir algunas oficinas y contratar un poco más de gente, pero eso yo no lo veo a corto plazo. La realidad de hoy es distinta, había demasiadas oficinas, había demasiados empleados para la realidad tecnológica y económica del país”, agregó.
Por su parte, el director general de la consultora financiera Aristimuño Herrera y Asociados, César Aristimuño, expresó que la banca venezolana ha logrado adaptarse a la realidad actual del país.
Sin embargo, al igual que García, considera que la reducción de agencias y el talento humano es una tendencia mundial, por lo cual es un proceso irreversible.
“El uso de oficinas físicas cada vez va a ser menos requerido, porque el uso de la tecnología va a facilitar que no se haga necesario tener oficinas bancarias con prácticamente cero facilitación del servicio a la clientela”, sostuvo,
A pesar de que gran parte de las operaciones en territorio nacional pueden efectuarse con el uso tarjetas de débito, pago móvil o banca digital, los ciudadanos siguen necesitando el dinero en efectivo para el pago del pasaje del transporte público, etc…
“Aumentar la oferta de cajeros automáticos no va a ser una posibilidad a corto plazo, hay cantidades de cajeros que no están operativos y parte de la razón de su no operatividad son la baja denominación de bolívares en el mercado, y obviamente el no requerimiento del papel moneda teniendo ya el uso digital tan propagado”, alegó Aristimuño.
Agregó que la mayoría de los comercios en el país aceptan otras opciones de pago como el uso de pago móvil o tarjetas de débito, por lo que considera que el dinero en efectivo cada vez se vuelve menos indispensable.
Dicha idea también fue apoyada por Henkel García, quien tampoco ve posible un aumento de cajeros automáticos con un sistema bancario que maneja “tan poco efectivo”. En este sentido, precisó que la cantidad de dinero de bolívares circulantes, ronda los 20 millones de dólares al cambio.
“Eso te da un indicio de lo poco que hay de efectivo de bolívares circulando. Dada esa realidad, los cajeros automáticos pierden su función”, añadió.
Recuperación de la banca
Sobre este punto, Aristimuño aseguró que el regreso de la infraestructura que operaba en el año 2013 en Venezuela es un escenario muy poco probable. “Son tendencias que se van marcando a pasos acelerados, por lo cual la banca tiene que adaptarse a ellas”, agregó.
Precisamente, alegó que no es rentable tener costos elevados en el mantenimiento de las oficinas sin que generen el retorno adecuado, prestando servicios que puede efectuarse por la banca digital, lo que hace innecesario ir a una agencia bancaria.
Además, según Henkel García, habrá muchos cambios en la banca a corto o mediano plazo.
“A medida que el crédito reaparezca, los bancos van a empezar a crecer también, porque el crédito es una actividad fundamental en cualquier economía y en Venezuela eso está desaparecido. O sea, hoy por hoy nadie está apalancado ni empresas ni ciudadanos tienen una porción importante de deuda porque el crédito está desaparecido”, advirtió.
No obstante, se muestra optimista para el futuro. “En el largo plazo la banca funcionará de una manera distinta y va a ser mucho más grande de lo que es en la actualidad”, resaltó.
Finalmente, César Aristimuño indicó que la banca seguirá cumpliendo su función mientras se adapta a las nuevas tendencias tecnológicas.
“Vamos a ver cada vez una banca más tecnificada, con el mayor uso de herramientas tecnológicas que van a facilitar de una u otra manera las operaciones y eso va a tener incidencia en una disminución de costos operativos, que buena falta le hace a la banca; porque los costos operativos realmente son muy altos y eso ha incidido de alguna u otra manera en el resultado de la banca actual”, concluyó.
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