La Policía sudanesa informó este jueves de que al menos una persona murió y otras 129, entre ellas 89 miembros del cuerpo de seguridad, sufrieron heridas en las protestas de ayer, mientras que un sindicato de médicos elevó la cifra a 15 fallecidos, en el día más sangriento desde el golpe de Estado del 25 de octubre.
Según un comunicado de la Policía, citado por la agencia oficial de noticias SUNA, un ciudadano murió en Jartum Norte y 89 policías resultaron heridos, algunos de gravedad, y 30 civiles sufrieron síntomas de “asfixia por gas lacrimógeno”.
La Policía indicó que su actuación se debió a la “violencia injustificada hacia su personal y vehículos, ya que un camión fue quemado y su contenido saqueado, además de la destrucción de tres patrullas en las localidades de Jartum, Yabal Awliya y Umbada”, agregó en la nota.
Confirmó, además, que los agentes “utilizaron un mínimo de fuerza y gas lacrimógeno” pero “nunca usaron” armas de fuego durante la jornada de ayer, tal y como les acusaron los manifestantes y grupos opositores.
Según datos del Comité de Médicos, sindicato independiente que hace el recuento de víctimas y lesionados en las protestas, un total de 15 manifestantes murieron como consecuencia de la represión violenta de las manifestaciones convocadas este miércoles en todo Sudán.
La mayoría de los fallecidos se registraron en Jartum Norte, ciudad colindante con la capital, según el recuento de la asociación médica, que afirmó que murieron a consecuencia de heridas de bala.
Los 15 fallecidos se suman a los 23 manifestantes que habían perdido la vida desde que el pasado 25 de octubre los militares disolvieron las instituciones de gobierno, en las que compartían el poder con fuerzas civiles, hasta el pasado lunes, según el Comité de Médicos.
Tras la dura represión de las manifestaciones del pasado sábado, actores internacionales como la Unión Europea y Estados Unidos han criticado el uso de la fuerza por parte de las autoridades militares sudanesas y les han urgido a respetar el derecho a la manifestación pacífica.
EFE