La compañía estatal presume en pleno siglo XXI de “avance y progreso” con cinco bombillos de bajo consumo amarrados con alambres para iluminar las calles.
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La Empresa Eléctrica de La Habana (UNE) presumió este martes de “avance y progreso”, mostrando a un trabajador que ha ideado una precaria farola con la que parchear la nula inversión estatal en la iluminación pública de las calles de los barrios y municipios alejados del centro de la capital cubana, reseña Cibercuba
Se trata de cinco bombillos de bajo consumo, amarrados con alambre, que alumbrarán vías de Guanabacoa en pleno siglo XXI.
La propaganda de la Empresa Eléctrica no hace sino retratar la pobreza en la que el Partido Comunista está enterrando a Cuba, en un momento en que el mundo civilizado apuesta por las farolas inteligentes con sensores y conexión a Internet, las luminarias solares o, en su defecto, las de luces LED para reducir el consumo eléctrico, huir de la contaminación lumínica y mantener iluminadas las zonas públicas de las ciudades cuando haga falta.
Lejos de avergonzarse por mostrar la precariedad que inunda las calles de la Isla, la Empresa Eléctrica sacó pecho e informó a sus clientes de la solución que han encontrado en aras de “satisfacer las necesidades del pueblo”.
En el año 2014 la prensa afín al Partido Comunista de Cuba anunció con bombo y platillos que el Gobierno de la Isla estaba en negociaciones con una empresa china para cambiar las farolas de sodio de las calles por otras de luces LED. La inversión se iba a hacer para cubrir las necesidades en todo el país y llegaría a los barrios más alejados del centro.
En aquel momento, la Agencia Prensa Latina publicó declaraciones de una directiva de la empresa Zhejiang Yabao Optoelectronics Co. Ltd, que decía que esas farolas tenían 50.000 horas de vida y que las primeras de su tipo se habían instalado en el Malecón habanero.
Nunca publicaron los motivos por los que esa inversión no se notó a pie de calle. En noviembre de 2020 (hace 9 meses) la Empresa Eléctrica de La Habana reconoció que de las 75.000 farolas que hay en La Habana, sólo funcionaban en ese momento las de grandes avenidas de la capital debido a que eran las únicas a las que podían dar mantenimiento.
Para poder entender la precariedad del número de farolas de La Habana (2,1 millones de habitantes), hay que tener en cuenta que capitales como Madrid, con 3,2 millones de habitantes, tenían 240.000 farolas en el año 2002, según recoge ABC.
Estamos hablando de tres veces más farolas que La Habana y de eso hace 19 años, cuando aún la capital española no se había marcado el propósito de mejorar el alumbrado público en los distritos (municipios) basándose en un estudio que demuestra que existe una relación directa entre la iluminación de las calles y la igualdad entre hombres y mujeres.
Según dijo la Empresa Eléctrica de La Habana el año pasado, en la segunda mitad de este 2021 estarían en condiciones de reparar las farolas del resto de la capital cubana.