Un hombre sostiene billetes de Bolívar en un mercado callejero en el barrio Catia de Caracas, el 6 de abril de 2021, en medio de la pandemia Covid-19. (Foto de Pedro Rances Mattey / AFP)
A los venezolanos se les olvidó la palabra “crecimiento económico”, porque el país registra una caída ininterrumpida de su Producto Interno Bruto (PIB), que es la producción de bienes y servicios desde que Nicolás Maduro llegó al poder en 2013, de 83 %, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). El economista Jesús Casique señala que 11 años de los 22 en revolución han estado marcados por la recesión económica, por el cierre masivo de empresas, la pérdida de empleos, la brutal caída de la producción petrolera y cuatro años de hiperinflación, que han dejado como resultado que el 95 % de la población esté en pobreza.
Por Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA
A criterio de Casique, las medidas económicas del Gobierno como mantener una cuarentena radical en pandemia que impide que dos semanas al mes sectores no priorizados dejen de laborar, provocarán que la economía se contraiga este año un 3,8 %, según sus estimaciones.
“Las empresas están al 20 o 30 % de su capacidad instalada. Según Conindustria, Venezuela tenía en 1999 un total de 11 mil 198 industrias y cerramos 2020 con 2 mil 121 empresas; es decir, han quebrado 9.077 industrias. El sector comercio y turismo están muy golpeados, afrontan un año extremadamente difícil, por eso es que no se ve crecimiento económico”, recalcó.
Naudy Pereira, exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCLA, sostiene que hoy la economía de Venezuela es del tamaño de un país pequeño como Costa Rica, que sólo tiene cinco millones de habitantes.
Venezuela también es actualmente el único país del mundo que registra hiperinflación. Según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN) electa en 2015, la inflación de mayo se ubicó en 19,6 %, hay una inflación acumulada de 307,3 % y una interanual de 2.950 %.
“El país entró en el mes 42 de hiperinflación, eso significa que vamos rumbo a superar a Grecia, el segundo país con la hiperinflación más larga en la historia. Este año vamos a cerrar con 50 meses de hiperinflación. En el año 1950 el país con mayor duración de hiperinflación fue Nicaragua con 63 meses”, dijo Casique. A su criterio, este año la nación podría cerrar con una hiperinflación de 1860 %, muy por debajo de la estimada por el FMI que proyecta una subida de los precios de los productos y servicios de 5.500 %.
Apuntó que, según el informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Venezuela en abril registró una producción de petróleo de 445 mil barriles diarios, siendo superada por Colombia, país que actualmente produce 746 mil barriles de crudo al día. Lo que se traduce que Venezuela dejó de ser un exportador de petróleo mundial.
“En 1998 cuando Hugo Chávez llegó al poder, el país producía 3 millones 329 mil barriles de petróleo al día, hoy sólo se produce el 7,4 % que hace dos décadas. Eso representa que el Estado tiene un problema de caja, de ingresos por concepto de exportación petrolera, por lo que la economía debe ir a un proceso de diversificación, que es lo que intenta hacer el gobierno con la Ley Antibloqueo, donde se efectúan una series de privatizaciones a países aliados al Poder Ejecutivo como Irán, Rusia, Turquía y China que le daría oxígeno a Nicolás Maduro ante una producción petrolera alicaída”, resaltó Casique.
Gerardo Álvarez, economista y asesor de la Cámara de Comercio de Lara, apuntó que hoy Venezuela tiene la misma producción petrolera que hace 80 años (en 1940). “El país llegó a la era post-petrolera. La renta petrolera que financió el gasto público en Venezuela desde 1920, por 100 años, desapareció al descender los ingresos por concepto petrolero a menos de 5000 millones de dólares, según palabras de Nicolás Maduro el 30 de diciembre de 2020, transmitido por Venezolana de Televisión. En el año 2013, a Venezuela ingresaron 56.000 millones de dólares por ingresos petroleros”, informó.
Sostiene que esto ha generado que el Gobierno implemente un modelo económico basado en insertar ingentes cantidades de dinero inorgánico, sin respaldo en la producción nacional ni en la producción petrolera ni en las reservas internacionales para financiar el déficit fiscal que registra. “La producción inorgánica de dinero ha provocado nefastas consecuencias en el colosal desequilibrio macroeconómico entre ingreso y gasto público, que se ubica en un déficit fiscal del 20 % del PIB, provocando aumentos exponenciales de precios y una escalada inédita en los niveles de liquidez monetaria, como en los precios del dólar que hoy enfrenta la población”, apuntó.
Naudy Pereira, economista, señaló que lo normal en cualquier país es que el déficit fiscal extraordinario no supere el 3 % del PIB, para no generar distorsiones en la economía.
Gerardo Álvarez resaltó que la liquidez monetaria en enero del año 2020 pasó de 52 billones de bolívares a ser actualmente 1.600 billones de bolívares. “Además, el tipo de cambio paralelo ha dado un salto exponencial. En enero de 2020 se ubicaba en 42.000 bolívares por dólar, actualmente un dólar equivale a 3.109.997 bolívares. Es decir, el aumento del dólar ha sido 7.140 % en todo este tiempo”, comentó.
“El Estado ya no tiene el mismo músculo financiero de hace siete años para reactivar la economía y más temprano que tarde será sustituido por el sector privado e interno, a pesar de la resistencia que ofrece el Gobierno en un esquema ideológico-económico”, puntualizó el experto financiero.